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Los niños pequeños y hasta los más grandes, con frecuencia se resisten a ser sujetados. El estar sujeto a un asiento de seguridad le restringe su independencia (la cual están tratando de establecer) y su movilidad (lo cual es nuevo y emocionante).

Aún así los niños pequeños que viajan en vehículo (o en carritos, sillas altas de comer o carritos de supermercados) sin estar sujetos, pueden lesionarse. El uso del asiento infantil de seguridad puede significar muchas veces la diferencia entre la vida y la muerte, hasta en un accidente menor. Por lo tanto, siendo este tema de seguridad mayor, no es negociable con el niño. Es claro que en esta batalla entre la voluntad del niño y la suya, usted debe imponerse.

 

Trate de hacer las cosas lo más fácil posible para su pequeño con estas estrategias:

Explíquele la razón: 

  • Siempre es más fácil seguir la regla si se sabe la razón. Tan pronto su hijo sea capaz de entender, explíquele que los asientos de seguridad del niño y los cinturones de seguridad ayudan a que todos estén seguros en el automóvil y a que no se lastimen.

Haga que el niño esté cómodo: 

  • Cerciórese si las correas están muy ajustadas o apretadas sobre la ropa, si la hebilla de metal está demasiado caliente y toca la piel descubierta en un día de verano o si el asiento es demasiado pequeño, la incomodidad intensificará las protestas. Si corrige estos problemas puede cambiar la actitud de su niño.

Aborde el tema indirectamente: 

  • En lugar de comenzar el viaje cada vez con “ahora te vamos a abrochar en tu sillita” lo cual provocará una protesta inmediata, distraiga al niño con una conversación diciéndole “mira como llueve”, “vamos a ver a los abuelos esta tarde” o “vamos a tener un rico almuerzo cuando lleguemos a casa”. O hágale preguntas, a la vez que rápidamente lo asegura. O tenga a mano su juguete favorito  para ocupar su mente y sus manos. Sea que esta táctica permita que su niño se olvide de lo que está sucediendo o simplemente le proporciona una manera agradable de evitar una pataleta. No importa lo que tenga que hacer, siempre y cuando le dé resultado.

Todos asegurados: 

  • Sirva siempre de ejemplo. La regla del cinturón debe aplicarse a toda persona que viaje en el vehículo, incluyendo al conductor, no sólo por seguridad sino por equidad (si el conductor no usa el cinturón, todos los pasajeros corren un riesgo mayor).

Permita que su hijo asegure un muñeco: 

  • Si hay suficientes cinturones de seguridad desocupados, permita que su niño asegure un osito, una muñeca o su juguete favorito antes de sentarse en el asiento del automóvil. Explíquele que los cinturones de seguridad evitarán que los juguetes se caigan o se “lastimen” y por eso las personas también necesitan asegurarse.

Dele responsabilidad a su niño:

  • Cuando el niño ya tenga edad suficiente para entender una idea, nómbrelo el inspector de cinturones de seguridad, responsable de recordar a todos los viajeros que se “aseguren”. De vez en cuando, “olvídese” de abrochar su cinturón para que el “inspector” sienta la emoción de recordarle (pero NUNCA  comience a conducir hasta que se ponga el cinturón).

No permita ninguna excepción:

  • Aún cuando sea un viaje corto a la cuadra podría ser fatal para un niño pequeño que no esté sujeto en su asiento de seguridad. El ceder una sola vez podría minar su autoridad, dándole falsas esperanzas al niño de qué él podrá persuadirlos una y otra vez. Y todo padre con experiencia sabe que este sería un error.

Fuente de información:

Consejo de Seguridad Vial-COSEVI.
Adaptado por Dr. Osvaldo A. Stoliar y Asociados con material de la Academia Americana de Pediatría. 

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