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El asma es una enfermedad que afecta los pulmones, causa inflamación de las vías respiratorias e hiperreactividad bronquial, es una de las enfermedades más comunes en los niños y causa sibilancias, dificultad para respirar, opresión en el pecho y tos.

Es sumamente importante prestar atención a la alimentación cuando los niños o adultos padecen de esta enfermedad; estas recomendaciones nutricionales tienen la finalidad de aligerar los síntomas y reducir la frecuencia con la que se presentan las crisis asmáticas. Por ello, es conveniente recalcar que la alimentación por sí sola no ayuda a curar el asma pero sí a mejorarlo.

Lo ideal es que las personas asmáticas consuman alimentos ricos en vitaminas como la C, A, E y D, y minerales como el magnesio, que posean propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y expectorantes, como por ejemplo: los alimentos ricos en omega-3 como: el aguacate,  vegetales como: el brócoli, las espinacas, los pimientos rojos, frutas como: la papaya, el banano, las manzanas y las peras, finalmente legumbres como: lentejas o garbanzos.

Además se recomienda:

  • Mantener un peso saludable.
  • Realizar actividad física moderada regularmente.
  • Mantener el consumo de agua aproximado de 1 a 2 litros al día.
  • Preferir preparaciones que no requieran de grasa para la cocción cómo por ejemplo: el vapor, al horno, a la parrilla, freidora de aire.

Por otro lado, es considerable tomar nota de los alimentos que se deben evitar o reducir el consumo:

  • Alimentos ricos en azucares como las golosinas, bebidas con alto contenido de azúcar, galletas rellenas, entre otros alimentos, debido a que los carbohidratos simples ocasionan más trabajo respiratorio y la fatiga de los músculos.
  • Alimentos para los que ya se conoce que se tiene alguna alergia, debido a que pueden empeorar los síntomas del asma. Los alértenos más comunes son los cítricos, maní, leche de vaca, trigo, algunos colorantes entre otros.
  • Grasas saturadas, estas grasas empeoran los síntomas del asma y se encuentran en alimentos como las frituras, repostería, carne rojas, comida procesada, entre otros. Lo ideal es optar por grasas saludables.
  • Lácteos enteros: este tipo de lácteos son ricos en grasas y se recomienda moderar su consumo, se aconseja elegir lácteos bajos en grasa o bien se pueden sustituir de manera ocasional por bebidas de almendras o coco.
  • Alimentos salados: por su alto contenido de sodio, puede aumentar las respuestas del sistema inmunitario y desencadenar los síntomas del asma.