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ALIMENTACION SANA Y EQUILIBRADA

Nuestro cuerpo necesita muchas substancias (proteínas, hidratos, minerales, vitaminas, fibra y grasas) para funcionar sanamente y, por supuesto, una buena nutrición ayudará a resistir mejor los contagios.

Proteínas suficientes, verduras crudas y cocidas, fruta, cereales preferentemente integrales y legumbres son la base de una alimentación completa y equilibrada que hará de los niños personas más sanas.

Los dulces, zumos, batidos, bollos, chucherías y snaks sobran en la alimentación diaria tanto por el exceso de azúcar o sal como por las grasas de mala calidad. Así que si queremos reforzar las defensas de los niños no compremos esas cosas, y recordemos que nada es mejor que lo natural, por muy “enriquecido” que venga de fábrica.

Alimentos funcionales, son los que benefician una o varias funciones del organismo, que mejoran el estado de salud o reducen el riesgo de padecer una enfermedad. Entre ellos están los probióticos que son de origen microbiológico y estimula el crecimiento de otros microorganismos beneficiosos para el niño. Los podemos encontrar en yogures (lactobacillus y bifobacterias). Muy útiles en gastroenteritis y diarreas asociadas a antibióticos. La fibra prebiótica es el complemento ideal de los probióticos, ya que pueden hacer cambios favorables en la flora intestinal. Contienen fibra prebiótica el plátano, el trigo, el ajo y la cebolla, entre otros.

Vitamina C, frutas como la naranja, el limón, el pomelo y el kiwi. Y en las verduras uno del que más cantidad contiene de esta vitamina es el pimiento rojo.

Otros alimentos que estimulan la creación de defensas en nuestro organismo de forma natural son:

El polen es un gran alimento, ya que concentra todos los nutrientes arriba mencionados (aminoácidos esenciales, minerales, vitaminas…). Se puede dar a partir de los 2 años.

La miel ayuda a descongestionar bronquios y pulmones, suaviza la garganta, es antiinflamatoria, desinfectante y bactericida, así que cuando tengas que endulzar algo úsala y evita el azúcar. A partir de un año.

La Jalea Real y el propóleo son suplementos que también son de gran ayuda. A partir de 3 años.

Es importante que beban agua o caldos durante todo el día, eso ayudará a mantener las mucosas hidratadas.

Un exceso de sal, azúcar y grasa saturada, no ayudan en absoluto a que nuestros hijos tengan un sistema inmune fuerte, por tanto, intenta prescindir de ellos.

Yogurt:

Al contrario de otros lácteos como la leche, el yogurt suele gustar a todos los niños por su textura y variedad de sabores. Además sienta mejor que la leche, ya que está fermentado. Su principal virtud es que aporta al organismo bacterias lácticas vivas. Tener una buena flora intestinal es indispensable para evitar enfermedades y efectos negativos para la salud como el estreñimiento, la diarrea y para que haya una buena absorción de los alimentos. Además, su ácido láctico aumenta la absorción de calcio.

Es imprescindible cuando los niños han sufrido una diarrea o han tomado antibiótico para volver a equilibrar la flora intestinal.

Un truco para que las legumbres, coles, etc… no resulten indigestas y no provoquen tantos gases, es comer un yogurt de postre.

Pan:

Se toma menos del necesario por la falsa creencia de que engorda. Todo depende de la cantidad que coman. El pan es completamente necesario en la alimentación de los niños ya que equilibra la dieta al aportar hidratos de carbono y , muy poca grasa, es nutritivo y saciante si usamos con fibra. Es más recomendable el pan integral, con cereales o semillas.

Naranja:

Es diurética, depura el organismo, y como saben es muy rica en vitamina C. Nuestro cuerpo no puede fabricar vitamina C, así que la debemos incluir en nuestra dieta. Podemos afirmar que un niño que no tome vitamina C es un niño desprotegido.

Col:

La col y toda su familia (coliflor, brócoli) son muy beneficiosas. Contienen gran cantidad de antioxidantes (preventivos del cáncer, enfermedades coronarias, anti envejecimiento). Tampoco podemos menospreciar la cantidad de vitamina B que contienen, atención mamás de niños nerviosos o que les cueste dormir, la vitamina B tiene un efecto tranquilizante, le ayudará a relajarse y dormir mejor.

Para que no pierdan sus vitaminas debemos hervirlas con poca agua y no dejarlas más tiempo del necesario al fuego.

Frutos Secos:

Piñones, pistachos, almendras, avellanas, dátiles, ciruelas, uvas secas.

Son saciantes y sus beneficios muchísimos, entre ellos la fibra, las proteínas, los minerales (hierro, magnesio, potasio, zinc, fósforo y calcio), vitaminas B y E. Contienen grasa cardiosaludable, muy beneficiosa para el organismo.

Tener en cuenta que antes de los 3 años no se recomiendan debido al riesgo de asfixia, pero sí los pueden tomar si se cortan en trozos pequeñitos o si están molidos.

Eso sí, aportan mucha energía y tenemos que vigilar las raciones, un puñadito (20-25 g) será suficiente.

Son perfectos para enriquecer postres, yogures, ensaladas; entre otros.

Polen:

El superalimento en mayúsculas. Tiene una gran riqueza en aminoácidos esenciales, proteínas, betacarotenos y vitaminas del grupo B. El polen nutre todo el organismo en general, especialmente el cerebro. Tiene un sabor especial. Se puede mezclar con zumos, yogures o directamente masticándolo.

Una dosis de 10 g al día es muy tonificante. Mejora el estado de las mucosas (boca, nariz, garganta) por eso va bien cuando los niños se resfrían y también para prevenirlo. Sus beneficios son múltiples.

Si sus hijos se muestran inapetentes el polen también es de gran ayuda, ya que aumenta el apetito.

Lentejas:

Para aprovechar al máximo sus beneficios las podemos mezclar con arroz, así obtenemos una proteína de alta calidad. Las lentejas no tienen grasa, en cambio son ricas en proteínas, hidratos de carbono, hierro, antioxidantes, vitaminas y fibra.

Intenta introducir las legumbres en la dieta de tus hijos, ya que de eso depende que las sigan comiendo el día de mañana y se beneficien de sus cualidades. Es un plato muy económico y muy beneficioso sobre todo para los niños que tienen estreñimiento.

Pueden comerlas de 2 a 4 veces a la semana. Recordar que tomando un yogurt de postre disminuiremos las flatulencias y haremos que tengan una mejor digestión.

Aceite de Oliva:

El aceite de oliva es más importante de lo que pensamos. En la dieta infantil no puede faltar de aceite de oliva virgen. La grasa que comen los niños interviene en la calidad de la formación de sus células, por tanto, es importante evitar cocinar con mantequilla, margarina o grasa animal y usar aceite de oliva para cocinar y en crudo para las ensaladas, verduras, crema; entre otras.

Entre sus beneficios destacan que mejora la absorción del calcio en el intestino, disminuye el colesterol total, es protector cardiovascular y de la tensión arterial.

Escoger el aceite de oliva para la alimentación de nuestros hijos, es una garantía de un crecimiento celular y de tejido sanos.

Aire limpio:

El aire cargado de contaminación es un factor que favorece contagios y problemas respiratorios. Para mejorar las defensas de nuestros hijos deberíamos darles la oportunidad de respirar aire puro. Deberíamos intentar vivir en sitios con poca contaminación o, por lo menos, compensarles cuando sea posible llevándolos a la montaña o a lugares con aire puro.

También es conveniente ventilar la casa a diario y dejar que entre el aire limpio después de la noche.

Higiene:

La higiene excesiva es perjudicial para la piel e incluso puede ser que predisponga a alergias y otros trastornos, pero lavarse las manos antes y después de comer y siempre que vayamos al baño y más frecuentemente si es posible es una costumbre muy importante para prevenir contagios y debemos enseñárselo a los niños con nuestro ejemplo lo antes posible.

Reitero, con el ejemplo, no vale decirles que se laven las manos, hay que mostrarlo y además, hacerlo, pues si no lo hacemos podemos ser nosotros los que les contagiemos.

Juego, felicidad, descanso y ejercicio:

Los niños necesitan desarrollarse mediante el juego lo más libre posible y preservar este derecho es una necesidad real para su salud emocional y hasta física, pues es la base de su ejercicio.

Pero, por supuesto, también necesitan correr al aire libre, saltar y permitir que su cuerpo crezca naturalmente armonioso, dándole todo el ejercicio que necesita.

Y además, que es igualmente importante, necesitan descansar adecuadamente, no importa si no es de un tirón, lo que importa es que sea todas las horas que su cuerpo les pida, sin madrugones, sin llantos nocturnos, sin sentirse asustados. Dormir, sí, pero dormir en paz, acompañados si lo necesitan y solos si lo prefieren. Deberían, además, tener ratos de descanso libremente cuando su cuerpo se lo pidiera y poder hacer la siesta cuando tuvieran sueño después de comer.

Y para terminar, la mejor de las recetas para las defensas de todos, la felicidad. Por supuesto no podemos garantizar que no pasen cosas desagradables en la vida, pero sí podemos controlar que la tristeza, el miedo o la depresión, incluso, no minen las energías y las defensas.

 
Fuente de Información:
Dra. Pamela Caro Larsen

Nutricionista