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No se debe dar poca importancia a la obediencia. La felicidad en cualquier ámbito de la vida es fruto de una vida ordenada, disciplinada y consecuencia de la  obediencia.

Leyes sociales, familiares y éticas nos acompañan a lo largo de nuestra vida y las consecuencias de la desobediencia son las causantes de las desgracias de muchas personas en la adultez.

Enseñar a distinguir entre el bien y el mal y no por temor a la consecuencia es una ardua tarea que no se consigue si no con mucha perseverancia y paciencia y algunos ingredientes indispensables.

A continuación nombramos aspectos importantes a tomar en cuenta:

1. La Constancia es la clave del éxito.

  • No bajar la guardia es la primer regla, una vez que hemos dado la ley debemos mantenernos en ella, con solo una vez que se “ponga abajo” daremos paso al niño a que la próxima lucha sea más fuerte y con más insistencia. Así lo acostumbraremos a exigir atención y si logra por nuestro cansancio lo que pedía…percibirá que su autoridad es cambiante y débil. Lo que no se permite hoy, tampoco debe permitirse mañana o más tarde…

2. Sea siempre Consistente.

  • Sea claro en sus ideas de disciplina y manténgase en su posición, con bondad pero firmeza deje clara su postura. No se muestre indeciso o con inseguridad de ceder o no, el niño percibe toda su actitud y será más insistente para lograr lo que quiere. No se quite autoridad al amenazar con: “cuando venga su papa!” … “mire que la señora se va a enojar…

3. No dé nada pedido con llanto, berrinches o voz de manipulación.

  • Con esto, se promueve la manipulación y chantaje que se convertirá en hábito y podrá cuando sea más grande ponerlo en práctica en otros escenarios, inclusive en el plano sentimental. Nunca tolere  el irrespeto hacia usted mismo, y otras personas ni físicas ni verbal o gestualmente. Quien no respeta a sus padres menos respetara maestros o autoridades.

4. No espere a que crezca.

  • No hay edad de inicio si no desde los brazos, cada edad tiene sus métodos y formas, pero no hay edad donde deba eximirse de la obediencia. La obediencia debe convertirse en habito, con respuesta rápida y sin suplicas por parte de los padres. Conforme el niño crece, la desobediencia se amplía a falta de respeto y rebeldía.

5. No cree un niño que sea mala influencia.

  • Todo el tiempo queremos mantener alejados a nuestros niños de los malos ejemplos para que no aprenda “mañas”, no permitamos que nuestros niños sean quienes fomenten en otros las malas prácticas con su ejemplo. Exíjale a su hijo(a) a respetar los juguetes o pertenencias ajenas y no pase por alto las normas de cortesía.

6. Enseñe con el ejemplo.

  • Contrólese ante la adversidad y no enseñe a criticar y hablar de los demás, menos aún hacer rabietas y proferir insultos delante de los niños. Comience con usted mismo y luego enseñe el autocontrol a sus niños.

7. No se justifique con “así son los niños”.

  • El hecho de que el niño de al lado patee a su madre no significa que esto sea normal y que: “el mío es menos terrible que ese!..”  Enséñele a su hijo respeto y a estar tranquilo cuando amerite. No debe permitirse que el niño sea escandaloso e inquieto justificado por su corta edad. Un niño destructor y que no respeta límites es debido a la falta de límites  y control de los padres. Este debe entender que ay objetos que no son para su entretenimiento y son prohibidos para él.

8. Forme su propio manual y no copie tendencias o influencias ajenas.

  • Cada familia debe ajustar su manual interno de reglamentos. Puede tomar sugerencias y bases fundamentales sin embargo no debe ser una copia de otra familia o líder. Cada niño y padre  es distinto incluso dentro del mismo hogar, por lo que debe prepararse un seguimiento familiar íntimo y privado bien estructurado.

Usted es el adulto a cargo ejerza su control con firmeza.

Fuente de información:

Glinnys Porras

Especialista en Atención Temprana

Costa Rica