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Contrario a lo que se cree popularmente, no existe una receta o medicamento que ayude a subir o mejorar en su totalidad las defensas en el organismo.

El sistema de defensas es un mecanismo que poseen todos los seres vivos. Su función es proteger al cuerpo contra:

  • Agentes infecciosos que pueden ser virales y/o bacterianos entre otros.
  • Autoinmunidad.
  • El tan temido cáncer.

A diferencia de otros sistemas, el  de defensas es bastante complejo y está ubicado a lo largo y ancho de todo el organismo. Lo conforman desde tejidos hasta las células que viajan por el torrente sanguíneo. La piel, los vellos en las mucosas son ejemplos de tejidos que forman parte del sistema de defensas.

La Doctora Olga Arguedas, Pediatra e Inmunóloga en el Hospital Nacional de Niños (HNN) de Costa Rica, nos explica que un niño llega a poseer un sistema de defensas comparable con el de un adulto cuando cumple alrededor de 5 años.

Entonces: ¿Debe un niño crear defensas o las trae de nacimiento?

Para contestar esta pregunta, debemos entender primero que existen dos tipos de inmunidad:

  1. El sistema inmune innato. Es el que está presente desde el nacimiento.
  2. El sistema adquirido. El cual, como la palabra lo dice, lo adquirimos con el tiempo, luego de nacer; ya sea enfermándonos o mediante vacunación. Este sistema necesita exponerse a infecciones para aumentar la protección específica contra agentes infecciosos.

Cuándo un niño se enferma y su fiebre sube ¿es correcto llevarlo al doctor inmediatamente?

Según la especialista, los niños menores de 3 años tienen “derecho” o es esperado, que presenten hasta nueve infecciones por año. Cada una de esas infecciones puede mantenerse hasta por 22 días.

Debemos llevar a un niño al doctor inmediatamente cuando su temperatura sube solo si éste es recién nacido, o está dentro de las poblaciones que un especialista haya determinado de riesgo, tal es el caso del cáncer.

Fuera de las condiciones anteriormente señaladas, la mayoría de los niños van a  experimentar fiebre y es normal. La fiebre es una evidencia de que el sistema inmune funciona y lo que la mayor parte de las veces debemos hacer es esperar, sobre todo si no hay otros síntomas asociados, pues normalmente la fiebre se va a quitar en el transcurso de las siguientes 72 horas.

Debemos entender que mientras las enfermedades producidas a causa de bacterias (bacterianas) van a erradicarse con el uso de antibióticos, las producidas por agentes virales no requieren el uso de los mismo, además, la mayoría de las infecciones en los niños es por causa viral y se van a curar solas.

Según la doctora Arguedas, lo que muchos padres experimentan cuando a sus niños les sube la temperatura es un fenómeno llamado “fobia febril”, es decir, miedo a que los pequeños tengan fiebre; y con esto se debe tener cuidado, pues si llevamos a un niño al centro de salud inmediatamente después de que lo sentimos con fiebre, podemos toparnos, en algunos casos, con personal de poca experiencia que tiende a sobre diagnosticar a los menores; enviando antibióticos para tratar enfermedades que no son bacterianas o que no se deben tratar con antibióticos. Asimismo, las visitas innecesarias de los niños a los servicios de emergencia aumentan el riesgo de que adquieran infecciones de otras personas presentes en esos sitios.

¿Es cierto que los antibióticos “bajan” las defensas?

No, no es cierto que los antibióticos bajan las defensas. Algunos antibióticos pueden producir reducción en el número de algunos tipos de glóbulos blancos, pero esto es un evento adverso muy inusual. Lo que sucede más frecuentemente es que los antibióticos, alteren la flora bacteriana que vive en el tubo digestivo y esa flora también juega un rol importante en el equilibrio del sistema de defensas.

Por lo tanto, los profesionales a veces recomiendan medicamentos llamados prebióticos, que son como la antítesis de los antibióticos; cuyo objetivo es restaurar la flora intestinal.

¿Podemos  hacer algo para subir las defensas en nuestros pequeños?

Subir las defensas no es una tarea tan fácil como decir que nos comemos o tomamos algo y van a subir todas las defensas; pues, como explicamos anteriormente, el sistema de defensas es tan completo y tiene tantos componentes que no existe ninguna medicina que lo fortalezca en su totalidad.

Un diagnostico del estado del sistema de defensas, solo lo puede hacer un inmunólogo, estudiando todos los componentes del sistema e identificando en qué célula se encuentra determinada condición que afecta el funcionamiento de éste y en base a tal estudio, se receta el medicamento para fortalecer ese aspecto específico.

¿Si un niño se enferma mucho ¿es porque tiene las defensas bajas?

La especialista del HNN nos aclara que no es cierto que los niños se enfermen mucho porque tienen las defensas bajas; se enferman porque su sistema de defensas adquirido está todavía en proceso de fortalecimiento y porque muchas veces las condiciones higiénicas en el hogar no son las apropiadas, además, porque usan chupón o chupeta, porque comparten su vida diaria con otros niños pequeños que son frecuentes portadores de infecciones o porque el niño es asmático o alérgico y está mal controlado; entre otros factores.

Fuente de Información:

Dra. Olga Arguedas

Pediatra Inmunóloga

Directora Hospital Nacional de Niños Costa Rica