Definitivamente el ser padres es una de las cosas más lindas que le pueden pasar a un ser humano, pero con ellos vienen una serie de responsabilidades que nos enfrentan a este gran reto de tener en nuestras manos el cuidado de una vida.
Y este reto se vuelve aún más grande cuando se trata de padres adoptivos que generalmente tienen temor e incertidumbre debido a que surgen muchas dudas acerca de cómo criar de la mejor forma posible a estos niños que sin ser hijos biológicos de las parejas, se convierten en los hijos del corazón.
Los niños adoptados sin duda tienen la fortuna de ser recibidos en hogares acogedores y que generalmente cuentan con los recursos afectivos y económicos para poder sustentar sus necesidades básicas de la mejor forma posible. Pero es vital tener en cuenta que cada niño llega con su propia vivencia personal, por esto debemos tratar de entender sus necesidades y cuál es la mejor forma de comprenderlos y acompañarlos en todo su proceso de maduración e integración.
La pregunta clave es ¿Cómo enfrentar los retos que supone adoptar un hijo y qué debemos saber para facilitar esta realidad sin miedo?
E la actualidad no hay ninguna duda de que la salud psicológica de los niños desde edades muy tempranas viene condicionada de gran manera, por la calidad y frecuencia de las relaciones interpersonales que las proporcionan, especialmente de las que denominamos “apego” o “vínculo afectivo” y que constituye uno de los soportes básicos para estructurar una personalidad sana.
Debemos tener en cuenta los siguientes aspectos para brindarles un ambiente propicio:
- Recordemos que debe darse una atención especial al niño, tratando de establecer un vínculo afectivo que le de además, canales de comunicación eficaces.
- No se debe sobreproteger sino tratar de un modo natural, tener en cuenta que la relación debe ser normal, como si fuese un hijo biológico. El niño y la familia necesitarán un tiempo para adaptarse mutuamente.
- Establecer límites y reglas, siendo muy claro y firme al momento de hacerlo, siempre con un soporte afectivo y dedicándoles el tiempo necesario.
- Dialogar, compartir y asumir la adopción por ambos padres la responsabilidad debe ser tanto de la madre como del padre.
- Saber escuchar y tomar con seriedad cada pregunta y ofrecerle una respuesta clara y entendible a su edad. Podemos ayudarnos de ejemplos con personas o situaciones que el niño conoce y le resultan familiares.
- Es muy importante fomentar la expresión y comunicación de emociones. A medida que el niño es capaz de verbalizar sus sentimientos reduciremos miedos, aumentaremos su autoestima y disminuirán las conductas desadaptadas.
- Decir la verdad progresivamente con naturalidad y evitando detalles dolorosos. En niños adoptados con solo meses de vida no tendrán recuerdos del pasado y a partir e los tres años y dependiendo el grado de madurez del niño, es posible que empiece a hacer preguntas y debemos evitar que la información le llegue por otras vías.
Fuente de Información:
Margarita Salazar Vargas
Psicóloga
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