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Nos daremos cuenta de que las medidas más importantes para controlar las infecciones en la mayoría de los menores son medidas no farmacológicas. Sin embargo, la solución consta de dos partes: hábitos de cuidado e higiene en el hogar y asegurar que nuestros niños posean sus vacunas al día.

Entre los hábitos de cuidado e higiene en el hogar lo principal es:

  1. Dar de mamar. A través de la leche materna se transfiere de la madre al menor una parte importante del sistema de defensas, lo que brindará al niño protección mientras éste fortalece su propio sistema. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda dar de mamar a un niño desde que nace y al menos por dos años.
  2. Dar a luz mediante parto vaginal. El sistema de defensas del tubo digestivo inicia cuando el bebé pasa por el canal de parto. A menos que la madre presente complicaciones para alumbrar mediante esta forma, la primera opción para dar a luz debería ser el parto vaginal. La naturaleza es perfecta.
  3. Evitar el uso del biberón. Pues al tomar biberón los niños tienen mayor riesgo  de presentar infecciones recurrentes en los oídos. La trompa de Eustaquio es como un túnel que comunica el oído medio con la boca. Cuando el niño toma chupón tienden a devolverse poquitos de leche a través de la trompa de Eustaquio, causando en ésta una disfunción y por ende infecciones de oído.
  4. Evitar la chupeta. Pero si no se puede evitar y se usa mantenerla en óptimas condiciones higiénicas. La chupeta no debe ofrecerse  niños menores de un mes.
  5. Iniciar la guardería luego de los tres años. Para evitar que nuestros niños contraigan enfermedades que su sistema inmune aún no está preparado para combatir.
  6. Manejo higiénico del hogar. Lavarse las manos antes de ingerir o preparar alimentos, después de ir al baño y/o después de manipular el pañal. Fomentar este hábito en nuestros niños para hacer del lavado de manos algo frecuente y efectivos.
  7. Protocolo de estornudo. No solo cuando estamos resfriados debemos cubrir nuestro estornudo con una toalla y botarla luego de estornudar, o tapar nuestra boca con el antebrazo si no tiene una toalla desechable a mano. Esto lo debemos hacer siempre y acostumbrar a nuestros pequeños también a hacerlo.
  8. Con respecto a las vacunas. Usted puede entrar a la página del Ministerio de Salud y obtener en detalle el esquema nacional de vacunación con que debe contar su hijo (a). La Doctora Arguedas señala que el sistema de vacunación en nuestro país es bastante bueno, incluso comparable con países del primer mundo. Sin embargo, si un paciente se pone una vacuna pero no el refuerzo, es difícil garantizar un 100% en la protección del mal. Pues se necesita contra ciertos anticuerpos para protegerse de un posible contacto con la enfermedad.

Para finalizar, un consejo que ofrece nuestra profesional a todos los padres y madres es estar tranquilos, pues en familias en que no hay historia de defectos congénitos del sistema de defensas, mientras los niños cuenten con un peso y tamaño adecuados y un examen físico normal, hay pocas probabilidades de que el niño tenga un problema de defensas bajas o de problemas serios en este importante sistema.

Fuente de Información:

Dra. Olga Arguedas

Pediatra Inmunóloga

Directora Hospital Nacional de Niños Costa Rica