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Desde el nacimiento, el bebé se encuentra en un proceso de adaptación y aprendizaje permanente, su vida es ahora un descubrir de nuevas experiencias y sensaciones, el bebé de pocos días logra diferenciar una entonación afectuosa o malhumorada, expresa sus emociones a través del llanto y las sonrisas.

La pregunta de muchos padres de hoy es ¿Cómo manejar los berrinches de sus bebés? Ya que estos aparecen a temprana edad dificultando la comunicación y las relaciones entre padres e hijos.

Una respuesta común se encuentra en decir, que se deben enseñar límites a los niños desde temprana edad, y por qué? ¿Cómo se hace? Es la dificultad de la mayoría de los padres de familia.

Los límites nos dicen que “no todo es posible”, ni permitido, el conocer que los límites existen es indispensable para el ser humano, ayuda a comprender que no se puede ir por la vida haciendo lo que me place, se debe tener un orden y un respeto por los lugares y las demás personas.

¿Cómo debemos actuar cuando los bebés hacen una pataleta? ¿a qué edad debemos iniciar a controlarlas?

Algunos estudios mencionan que los bebés desde el vientre manipulan a sus madres, para que no salga, o no, consuma ciertos alimentos, el bebé recién nacido inicia sus primeros berrinches porque quiere permanecer siempre en brazos, no quiere ser cambiado de pañal o de ropa, no le gusta el baño y no quiere dormir a las horas previstas por la madre.

La disciplina inicia desde el primer momento de venir al mundo:

  1. Inicia a establecer horarios: el bebé debe aprender el rol de sus padres, hora de levantarse y hora de dormir, al inicio dormirán y se despertaran constantemente luego se irá regulando las horas de sueño.
  2. Conoce las necesidades de tu bebé y súplelas: conoce a tu bebé si llora por hambre, frío, dolor, cómo le gusta dormir…
  3. Sé claro y firme desde el inicio de la relación: sí es hora del baño o de cambiarlo y el bebé no quiere se pone “rebelde”, deben hacerlo, aunque el niño se moleste.

Cuando el niño va creciendo por lo general puede iniciar a escupir la comida, a pedir galletas y no comerlas, pegar a papá y mamá a la cara. Recuerde, sea claro y firme.

Para cada conducta no deseada por los padres para sus hijos sean Claros y firmes.

No grite, no le pegue, no pierda la paz, no pierda la autoridad, no le de todo a su hijo. Recuerde “no todo es posible”.

 
Fuente de Información:
Karla Sibaja Rojas
Psicóloga, Estimulación Temprana