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Sobre la autoimagen, la auto eficacia y el auto concepto se crea la autoestima de un niño.

 El autoestima es la forma como nosotros nos percibimos, nos sentimos con nuestro propio yo interior y exterior, es el motor que nos impulsa a seguir adelante en el logro de nuestras metas.

Podemos formar una mala o buena autoestima a partir de nuestra propia percepción y la estimulación recibida del medio ambiente. Uno de los factores que inciden el desarrollo de la autoestima es la auto eficacia, la cual implica el pensar y sentir que se cuenta con los elementos suficientes para salir adelante. Las personas con un alto nivel de auto eficacia, se imponen metas a corto y a largo plazo y luchan constantemente por alcanzarlas sin rendirse en el camino, aunque los resultados no sean los esperados. Son capaces de caer y levantarse para seguir adelante con más fuerza para seguir luchando, son las que de un fracaso toman, aprenden y continúan luchando, porque creen en sí mismas y en sus capacidades.

Otro factor es la autoimagen, la cual es la idea que tenemos de nuestra propia apariencia, influye en nuestra personalidad y comportamiento, de ella va a depender en gran medida el que nos levantemos muy felices y optimistas o por el contrario tristes, enojados y deprimidos. Es la que nos permite entablar comunicación con otras personas o por el contrario aislarnos de un grupo.

La autoimagen está influenciada por factores sociales y ambientales, un ejemplo claro es que ahora nos dicen que debemos estar muy delgados, entonces la idea de la belleza implica acciones que van en deterioro de la salud de las personas en muchas ocasiones.

Hoy en día observamos cómo los niños y niñas en edades tempranas, presentan los trastornos alimenticios llamados: anorexia y bulimia, los que antes eran identificados en la adolescencia o adultez.

El auto concepto es la forma en cómo creemos en nuestras cualidades personales, se va formando a lo largo de la vida, depende igual que los conceptos anteriores de las experiencias que tenemos con nuestro medio ambiente.

Es el que nos ayuda a sentirnos seguros, valiosos, capaces, nos permite ser independientes, en nuestras elecciones.

Todos estos elementos juntos van formando una adecuada o inadecuada autoestima.

Una buena autoestima puede hacer que una persona tenga confianza en sus capacidades, no se deje manipular por los demás, sea más sensible a las necesidades del otro y, entre otras cosas, esté dispuesto a defender sus principios y valores.

En este sentido, sería recomendable que los padres se preocupasen tanto por mantener una buena salud física en sus hijos, como por fomentar su estabilidad y salud emocional.

La autoestima es una pieza fundamental en la construcción de los pilares de la infancia y adolescencia.

¿Cuándo sospechar que la autoestima de un niño no se desarrolla adecuadamente?

  • Dificultad para hacer amistades.
  • Cambios de Humor.
  • Mienten.
  • Utilizan frases negativas hacia sí mismos.
  • No se sienten cómodos con su apariencia física.
  • Sentimientos de inferioridad.
  • Conductas agresivas.
  • Timidez.

¿Qué pueden hacer los padres?

  • Enseñarle a que disfrute de las pequeñas cosas.
  • Enseñarle a creer en sus sueños y luchar por alcanzarlos.
  • Ayudarle a mejorar sus dificultades.
  • Ofrecerle oportunidades de éxito.
  • Guiarlo para que aprenda cosas nuevas.
  • Enseñarle formas positivas de enfrentar los problemas.
  • Enseñarle a plantearse objetivos realistas que logre alcanzar.
  • Inculcar en ellos la idea del mejor esfuerzo.
  • Evitar la crítica.
  • No demandarle más de lo que puede hacer.
  • Hablar con cada hijo.
  • Comprender que las necesidades de cada uno son diferentes.
  • Pasar tiempo libre con él/ella.
  • Jugar con el niño(a).
  • Llevarlo a pasear.
  • Compartir actividades juntos.
  • Evitar frases negativas cuando nos referimos al niño(a).
  • Evitar hablar del niño con otras personas estando él o ella presentes.
  • Evitar la comparación con otros niños o hermanos.
  • Se debe estar atento a los cambios de humor.
  • Mostrar seguridad, afecto y confianza.
  • Tratar en todo momento de fomentar la estabilidad y salud emocional.
  • No actuar en forma violenta en frente de sus hijos.
  • Inculcar hábitos saludables(comer, dormir, estudiar, ayudar en la casa)
  • Mostrar costumbres y hábitos positivos.
  • Confiar en ellos.
  • Buscar razones para elogiarlo.
  • Enfocarse en sus fortalezas más que en sus debilidades.
  • No lo eduque para que se sienta culpable.
  • Escucharlo con atención cuando quiera conversar.
  • Enseñarle a valorar a las demás personas.
  • No critique ni se burle de las demás personas en frente de su hijo.

Fuente de Información:

Ileana Solano Aguilar.
Psicopedagoga/Educación Especial