El cuidado dental es muy importante para mantenerse sano, en especial para los niños pequeños. Como padres debemos estar conscientes de la importancia de la salud de la boca y de los dientes de nuestros hijos.
Desde que están embarazadas las mujeres deben alimentarse correctamente, allí comienza un buen desarrollo. El calcio, fósforo, proteínas y vitaminas A, C y D no pueden faltar en la nutrición diaria para asegurar una correcta formación de las estructuras.
El control y cuidado de los dientes es tarea principal de los padres bajo el asesoramiento del pediatra de cabecera al principio y luego del odontólogo.
El cuidado y la limpieza de los dientes de los niños deben empezar antes que estos comiencen a erupcionar. Durante la etapa de la lactancia se deben limpiar las encías con una gaza limpia y húmeda enrollada en el dedo índice, después de cada ingesta, de ésta manera el niño se acostumbrará a la limpieza de su boca después de alimentarse.
Cuando los primeros dientes empiecen a erupcionar (alrededor de los 6 meses), se puede comenzar a utilizar un cepillo de dientes con cerdas extra suaves y adecuado para su edad. Además, no se debe adicionar azúcar al biberón del niño y no se debe permitir que se duerma con éste en su boca, ya que así evitamos que los azúcares de la leche y otros líquidos se depositen en sus dientes, lo cual podría causar caries. Si el niño requiere tomar algún líquido para dormir es recomendable darle agua.
Se debe considerar que a la mayoría de los niños pequeños les falta destreza para lavarse los dientes correctamente, por eso es recomendable que los padres cepillen los dientes a sus hijos hasta los 6 años de edad y poco a poco les enseñen a usar el cepillo dental.
A medida que el niño crece se debe ir ajustando el cepillo de dientes, además la pasta dental se debe introducir hasta que el pequeño aprenda a escupir, lo que sucede alrededor de los 3 años, ya que si el niño se traga la pasta dental podría causarle otros problemas como la fluorosis, que se define como, un exceso de flúor que se acumula en las piezas dentales, debe colocarse en el cepillo muy poca cantidad, siendo suficiente el tamaño de una lenteja.
El niño debe cepillarse después de cada comida para evitar la acumulación de alimentos entre los dientes y la formación de placa bacteriana que puede causar caries e irritaciones en las encías. Nunca debe acostarse sin realizar la higiene de su boca, la cual debe incluir la seda dental, una vez que estén presentes los dientes permanentes.
Es muy importante, tomar en cuenta también que la primera visita del niño al odontopediatra debe ser entre el momento en que aparece el primer diente (6 a 8 meses) y el momento en que todos sus dientes primarios son visibles (antes de los 2 años y medio). Es recomendable que esta primera visita sea de prueba para exponer al niño a las vistas, sonidos, olores y sensaciones del consultorio antes del examen real. Estas visitas se deben repetir cada 6 meses.
Recordemos que la salud de nuestros niños es parte de la responsabilidad de los adultos y conseguir que su dentadura definitiva sea sana y bonita depende, en gran medida, de cómo se cuide sus dientes de leche. Enséñele a hacerlo bien.
Fuente de Información:
Arling Rapso
Odontóloga
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