Las ilusiones y satisfacciones de todo papá y mamá con sus hijos se van presentando y manifestando desde el primer día de nacido y luego con su crecimiento y desarrollo. Cada gesto, cada mirada, cada movimiento y cada una de las etapas que va sobrepasando en su desarrollo neurológico ofrecerán insólitos acontecimientos que día a día llenarán los ojos y el ego de los seres queridos que rodean a ese niño(a), sorprendidos por la magia de la Naturaleza Madre que los impulsa hacia la madurez de su crecimiento y los va introduciendo en las escalinatas de su mundo, en los vaivenes, en las peripecias para alcanzar todo cuanto rodea ese mundo mágico y desconocido por conocer en la vida de los niños. Ya fija su mirada, ya voltea su cabecita, ya toma mi mano, se voltea, se sostiene sentado, gatea, se quiere poner de pie, todo lo quiere coger, escucha, ve, oye, responde, y…Ta, Ta, y… Ma, Ma…
Sí, son el encanto y la atracción de toda la familia. Se convierten en el mundo y el todo de cada día. Personitas que recién florecieron y ya dan vida, candor y objeto a nuestras vidas.
Ya deseamos darles lo mejor, vestirles con todo cuanto soñamos: con verles como princesas o príncipes, listos para mostrarles el mundo y que el mundo nos mire !!!!
Justo después de su etapa de gateo que se inicia después del séptimo mes de edad, y para la cual los padres deben intervenir, estimulando y enseñándoles el correcto gateo, así fortaleceremos sus músculos de cadera, espalda, cuello y piernas. Entonces les preparamos para el inicio de sus primeros pasos independientes, ojalá, no antes de los 12 meses, ni después de los 18 meses.
Cuál calzado en esos primeros pasos ayudado por las manos de todos y cuál, cuando ya se soltó el niño a caminar solito es el recomendado ? Veamos:
Para los primeros pasos, cuando caminan asidos de las manos de otros y que aún no lo hacen independientemente, se recomienda un calzado flexible y de suela blanda de hule, que básicamente, le de protección al pie. El mercado ofrece muchas opciones y las tipo tenis serían las que más se apegan a la recomendación. Se contraindican las sandalias, chancletas y los tipo “crocs” que solamente se deberían utilizar para lucir un vestido en las niñas, o por el paseo a la playa o a el paseo con la familia por un día sin que implique su uso diario y menos para impulsarlos a que caminen. El calzado tipo tenis, confeccionado de tela o de vinyl, o similar con un contrafuerte (la parte lateral y atrás del calzado) reforzado, con un diseño que cubra todo el empeine y asideros de velcro, sería lo ideal para esta etapa que auún es de gateo y principios de marcha.
Para el niño que inicia ya su marcha, aproximadamente después del año de edad, se recomienda un calzado similar al descrito anteriormente, buscando la comodidad en el pie del niño, y que el calzado le ofrezca suficiente estabilidad y seguridad, que no sean pesados, ni rígidos, el contrafuerte reforzado, suela de hule con ranuras o hendiduras, no lisas para mayor estabilidad y freno, ideal si el tacón presenta un corte posterior en bisel y una punta mas levantada, tipo “Aladino” para evitar la resistencia con el piso al dar el paso en el apoyo del pie y su despegue, evitando así mayor riesgo de tropiezos y caídas; que el modelo cubra todo el empeine y se cierre con asideros a tensión de velcro o similar.
Se contraindican las sandalias, las chancletas, los tipo “crocs” hasta que el niño muestre una marcha suficientemente estable y sin vicios, es decir, sin meter los pies, sin arrastrar, o si se acompaña de pies planos o rodillas pegadas porque la tendencia es a empeorar.
En resumen, los niños deben llevar un calzado fisiológico, que les permita una correcta deambulación, que no impida el desarrollo del pie ni afecte la movilización del tobillo. El pie debe controlar el calzado cuando el antepie ( parte anterior del pie: metatarsos y dedos) está apoyado en el suelo y el talón levantado. Por tal razón es que la zona del talón debe ser cubierta por un contrafuerte que debe mostrar cierta rigidez. La suela del zapato de niño debe estar confeccionada de un material flexible, para permitir la flexión de las articulaciones metatarsofalángicas ( metatarso-dedos), que como una palanca sostendrá el pie y por tanto se necesita un zapato que cubra el empeine para que ayude a sujetar. Así, el calzado del niño, tiene la misión de proteger su pie, permitir su desarrollo y ofrecerle una marcha estable y segura.
Como a todo niño que lleva un control pediátrico de niño sano, se recomienda una valoración especializada con el ortopedista pediátrico para, precisamente, valorar el desarrollo de marcha y obtener los consejos y recomendaciones de calzado y otras propias de esa edad.
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