Hace algunos años atrás, las madres se ocupaban de la casa y del cuido de los niños, sin embargo las exigencias sociales y económicas actuales, han transformado el quehacer de las mujeres, las cuales dejan sus hogares para salir a trabajar y proveer a su familia de una mejor calidad de vida.
Es importante tomar en cuenta la importancia trascendental que tiene la realización personal y profesional de la mujer en la sociedad actual, tanto como apoyo económico para el hogar como para lograr su autonomía y fortalecimiento de su autoestima. Necesita como persona sujeta de derechos realizarse plenamente dentro y fuera de su hogar.
Actualmente la madre permanece fuera de casa varias horas al día, por motivos laborales, situación que ha desencadenado un sin fin de preocupaciones y sentimientos encontrados, en las mujeres que tienen que dejar a sus hijos para salir a trabajar.
Una de las mayores preocupaciones es la de dejar a los niños con una persona de confianza que los cuide, algunas prefieren dejarlos con familiares, otras con sustitutas en la casa y otras en guarderías, situación que no es del todo perjudicial, pero que en muchas ocasiones genera en la madres sentimientos de frustración y culpa.
Los sentimientos de culpa pueden generar sobreprotección y problemas de conducta en los niños, ya que la madre muchas veces quiere compensar la falta de tiempo, reemplazándolo con cosas materiales o estableciendo pocos límites.
En la vida siempre existe un punto medio, donde se puede equilibrar cada cosa que hacemos, por un lado están las labores que se realizan fuera del hogar y por otro la crianza de los hijos.
Es vital que la madre se sienta plena y feliz, para que pueda trasmitir a sus hijos confianza y seguridad.
Se debe tener muy en cuenta que no es la cantidad, sino la calidad de atención que se le brinde a los hijos lo que establece una clara diferencia.
Por lo tanto es aconsejable tomar en cuenta los siguientes aspectos básicos:
- Mantener una vida predecible, con rutinas y metas claras que le permitan distribuir su tiempo en forma equitativa entre todas sus ocupaciones, tanto laborales como familiares.
- Delegar las funciones entre los miembros de la familia, así evitará recargarse todo el trabajo y la responsabilidad y liberará las tensiones que pueden originar irritabilidad y mal humor, evitando que esté poco dispuesta para compartir tiempo con sus hijos.
- Mantener la comunicación con sus hijos a lo largo del día, mediante llamadas telefónicas para saber como están, como les fue en la escuela o colegio, así sostendrá un vínculo cercano con ellos.
- Evitar que los sentimientos de culpa ocupen sus pensamientos y acciones, debe comprender que su labor fuera del hogar beneficia a toda la familia.
- Establecer límites claros, que sean entendibles por los niños y que puedan tener un seguimiento por parte de los padres.
- En su tiempo libre, dedicarse a su familia y desconectarse de su trabajo, así les brindará tiempo de calidad, lo cual favorecerá el desarrollo de autoestima y confianza en sus hijos.
- Recordar que los niños necesitan una madre dispuesta y atenta, interesada en sus actividades para sentirse felices y valorados.
- Brindar tiempo a cada hijo, en caso de que tengan más de uno, ya que cada uno tiene necesidades diferentes y requiere de atención individualizada.
- Realizar tareas juntos como ir de compras, realizar algunos de los quehaceres del hogar, realizar los trabajos escolares, jugar juntos, ver una película, ir de paseo, son oportunidades para la comunicación madre – hijo.
“Una madre que valora su familia siempre encontrará tiempo para entregarles ternura y afecto”
Fuente de Información:
Ileana Solano Aguilar
Psicopedagoga/Educación Especial
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