Seleccionar página

Lo que estamos viviendo hoy en día, lo podemos tomar como una situación inesperada para nuestras vidas. Este evento puede producir un bloqueo en la vida y no contar con iniciativas para hacer frente a esta situación.

Hay personas que se les facilita hacerle frente y adaptarse rápidamente a este tipo de cambios pero a otras les genera mucho temor y ansiedad. Y lo mismo se genera en nuestros hijos. Por lo que es de suma importancia brindarles opciones para  enfrentar de la manera más asertiva las situaciones inesperadas en este caso el COVID-19:

  • Seleccione el lugar idóneo para hablar: evite distracciones, busque un momento del día donde su hijo se pueda concentrar para hablar.
  • Pregunte qué sabe su hijo del tema: Realice preguntas que sean adecuadas a su edad, por ejemplo: ¿Qué sabes de la situación que está pasando actualmente? ¿Qué has escuchado del coronavirus? Esto ayuda a orientarnos acerca de qué saben los niños del tema. A la vez deje que el niño guíe la conversación para que él también pueda evacuar todas las dudas que tenga con usted. Esté preparado para poder responder las preguntas y si no sabe del tema, también esto da la oportunidad para investigar juntos sobre el mismo pero sin saturarse de información. El estar bien informado y evacuar todas las dudas le brinda al niño seguridad y tranquilidad.
  • Hable con el niño con calma y no se muestre ansioso: Los niños tienen más desarrollado su área del cerebro emocional que la racional, por lo que va a percibir más el lenguaje no verbal que las palabras que se les está comunicando.
  • Brinde el espacio al niño para mostrar sus emociones: Es normal que en estas situaciones inesperadas sientan miedos u otras emociones. Y es importante que las logre externar, dele la confianza que cuando se sienta triste o con miedo pueda acudir a usted para buscar respuesta y apoyo a esas emociones.
  • Colabore para que su hijo sienta que lleva el control de la situación: Instrúyalo acerca de los pasos para mantenerse sano y fuerte por ejemplo: el protocolo de lavado de manos, el aislamiento social. Además les puede tranquilizar el conocer las cosas que están ocurriendo para mantener a las personas sanas y seguras como por ejemplo, los médicos que trabajan y se esfuerzan para cuidar a las personas enfermas. También contarles que hay otras personas, los científicos, trabajando para elaborar una vacuna para contrarrestar la enfermedad. Estas cosas ayudan a que los niños sean más conscientes de lo que esta pasando y se adapten mejor a un cambio de rutina en su vida.

Mantengamos una constante comunicación con nuestros hijos y enseñémosles como reinventarnos en situaciones de cambio. Aprendamos a valorar cada momento de nuestras vidas.

Norma Astúa González

Psicológa

Cod. 5458.