Seleccionar página

En Costa Rica mueren 3 personas cada día por padecimientos relacionados con el consumo de tabaco, según la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS). En su totalidad el país registra en el año 2019 más de 2100 muertes anuales las cuales se asocian al consumo de tabaco como problemas respiratorios, enfermedades cardiovasculares, neoplasias como el cáncer de pulmón, bronquios, laringe y de estomago.

Teniendo en cuenta estas cifras tan alarmantes, es momento de empezar a cuidar la salud, ya que no solo se presentan estas patologías relacionadas al consumo de tabaco, si no que el paciente fumador presenta deficiencias nutricionales relacionadas a este hábito y estas mismas se pueden presentar en niños, ya que los padres de familia son quienes compran los alimentos en el hogar y son un gran ejemplo para ellos.

Es sumamente importante considerar que los niños se vuelven fumadores pasivos y resulta significativo cómo la inhalación de ciertas sustancias como el monóxido de carbono, la nicotina y muchas otras sustancias tóxicas (mercurio, cadmio o plomo, entre otros) condiciona una baja en los niveles séricos de algunos nutrientes y esto puede provocar la aparición de enfermedades.

Los niños respiran más rápido que los adultos y aspiran más productos químicos nocivos por kilogramo de peso por esto la exposición al humo de tabaco en el ambiente es particularmente dañina en ellos. Todos aquellos niños que se sean expuestos al humo en sus hogares tienen mayor riesgo de tos crónica, disminución de la capacidad de sus pulmones, más episodios de asma, bronquitis, neumonía y otitis. También aumenta el riesgo de padecer el síndrome de muerte súbita del lactante (principal causa de muerte en el primer año de vida) que ya está de por sí aumentado si la madre fuma en el embarazo.

Los fumadores usualmente presentan una baja ingesta de frutas, verduras, hortalizas ricas en vitamina C, así como de productos lácteos y de cereales (principalmente integrales), estos patrones de consumo de alimentos hacen también que la ingesta de vitaminas y minerales sea más baja, además presentan una alta ingesta en el consumo de café y alcohol, por otro lado es importante considerar que el tabaco puede modificar las preferencias alimentarias, el sentido del gusto y sin duda alguna alterar los hábitos alimentarios como la ingesta de energía, fibra y de nutrientes.

Respecto a los macronutrientes y fibra dietética, los fumadores presentan un mayor consumo de grasa total, grasa animal, grasa saturada y colesterol. Por el contrario, tienen una menor ingesta de aceites vegetales, grasa poliinsaturada, así como de carbohidratos y fibra.

Al abandonar este hábito se suele producir un incremento del consumo de calorías, hidratos de carbono y grasas. También aumenta la sensación de hambre y el peso de la persona. Por lo que es importante que visite a un profesional para que lo oriente en el plan de alimentación adecuado.

A continuación, 8 alimentos que le van a ayudar a dejar de fumar:

  • Leche, queso o yogurt: Tomar un vaso de leche tibia después de la cena le va a ayudar a descansar debido a su contenido de triptófano (aminoácido que en el organismo se transforma en seratonina, hormona que favorece el sueño).
  • Infusiones calientes: El contenido de antioxidantes que tienen estas bebidas calientes como  el té verde  ayuda a limpiar y depurar el organismo, también se pueden incluir infusiones calientes de otros sabores. Beber el té despacio en un ambiente tranquilo le ayudará a reducir la ansiedad que provoca dejar de fumar.
  • Lechuga: Las hojas de la lechuga contienen lactucina, un principio activo con propiedades tónicas y sedantes sobre el sistema nervioso. Ayuda a calmar los nervios, controlar las palpitaciones y a dormir mejor.
  • Zanahoria: Es uno de los alimentos más importantes en una dieta para dejar de fumar, ya que protege los pulmones y aporta vitaminas del tipo B y C.
  • Piña: La piña al igual que la leche y sus derivados tienen gran contenido de triptófano. Los zumos o batidos de piña, naranja, brócoli, espinacas, zanahorias, frutos rojos y kiwis son ideales para ayudarle a eliminar los restos de nicotina de su organismo.
  • Manzana: Ayuda a aliviar el estrés y conciliar el sueño en periodos complicados como es el de dejar de fumar. Su contenido de vitamina B12B6 y potasio sirve para combatir el insomnio y ayuda a relajar al cuerpo mientras dormimos.
  • Frutos secos: Gracias al magnesio que contienen muchos frutos secos es posible reducir el estado de ansiedad y nerviosismo relacionado con dejar de fumar. El magnesio es un tranquilizante natural que relaja la musculatura y que se encuentra en nueces, piñones y almendras, entre otros alimentos.
  • Cereales integrales: Los cereales integrales como la avena, trigo, arroz integral, pan integral, pasta integral, entre otros, calman al cerebro y da sensación de paz.