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Sin duda alguna el desayuno es la comida más importante del día, debido a que es fundamental para el crecimiento del niño, así como para su desarrollo intelectual y rendimiento físico, entre otros factores.

Como su palabra lo dice el desayuno, rompe el ayuno usual de 8 a 10 horas que son las horas que el niño debe de dormir, por lo tanto es importante reponer la energía y los nutrientes utilizados durante la noche y que son esenciales para iniciar el día, además mejora el rendimiento escolar, la capacidad física, mejora la concentración y favorece la digestión. Por otro lado, desayunar ayuda a reducir o mantener el peso corporal.

Los niños que no desayunan generalmente se encuentran cansados, irritados y además tienen dificultad para concentrarse cuando estudian, como consecuencia de esto presentan una disminución del rendimiento físico, emocional e intelectual.

Una de las consecuencias más alarmantes es la relación entre el ayuno y la obesidad infantil, se ha demostrado que esta es una de las causas principales del sobrepeso u obesidad, junto con el sedentarismo.

Las recomendaciones dietéticas sugieren que el desayuno debe de tener las siguientes características:

Debe ser energético:

  • Aportando un 25% de la cantidad de nutrientes necesarios de cada día.

Grupos de alimentos:

  • Es importante que siempre incluya lácteos (leche o yogurt), proteínas (huevo, queso), carbohidratos integrales preferiblemente (pan cuadrado integral, galletas integrales, cereales de desayuno integrales) y frutas (una pieza de fruta o un zumo natural).

Tiempo:

  • Se recomienda dedicar un tiempo concreto para esta comida del día: no menos de 10 minutos ni más de 20 minutos.

Debe de ser variado, equilibrado y personalizado:

  • Se deben alternar las opciones de desayuno para proporcionarles todas las vitaminas y minerales así como evitar que el niño se canse de comer lo mismo siempre, por otro lado se debe ajustar en porciones y personalizar según la edad, genero, peso y talla, etapa fisiológica (niñez y adolescencia), gustos y preferencia de los alimentos, entre otros factores.

Se deben evitar los siguientes alimentos:

  • Repostería salada o dulce, bebidas con alto contenido de azúcar, alimentos procesados, embutidos con alto contenido de grasas y sodio, alimentos fritos, evitar preparar el desayuno con mucha grasa.

Niños de 2 a 10 años:

  • Las necesidades calóricas diarias son de 1.200 calorías. Se recomienda incluir en el desayuno los siguientes grupos de alimentos: lácteos que puede consistir en un vaso de leche o un yogurt + cereales integrales, que puede consistir en una tostada de pan integral o 1 taza de cereales integrales infantiles +  fruta o zumo de fruta. La mejor opción es un zumo de fruta natural.

Niños de 11 a 18 años:

  • En una etapa de pre-adolescencia y adolescencia, se producen muchos cambios en el organismo como el conocido “estirón”, por ello es fundamental cuidar el aporte diario de calcio y proteínas que ayudará a formar los músculos y el esqueleto óseo, al igual que la ingestión de grasas saludables para favorecer la evolución óptima del sistema hormonal.
  • Además es importante considerar que a pesar que la composición del desayuno sea la misma que en niños con otras edades, lo esencial es personalizar las porciones de cada grupo de alimentos. Las necesidades energéticas son de 2.500 calorías por día. Se recomienda incluir en el desayuno: lácteos en forma de vaso de leche o yogurt (en función de la actividad física diaria y de la constitución del pre-adolescente y adolescente) + fruta o zumo de fruta que sea natural + carbohidratos que pueden ser las tostadas integrales o galletas integrales + proteínas que puede ser el huevo, jamón o queso fresco +  grasas saludable como aguacate.