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El papel de los padres y madres en el aprendizaje escolar es fundamental para que el niño se sienta productivo y motivado. Muchas veces tienden a involucrarse mucho y adoptan actitudes que acaban dañando la educación de los hijos.

Estas actitudes es importante identificarlas y corregirlas para poder facilitar el aprendizaje de los niños.

Diez de estas conductas son las siguientes:

Estudiar con ellos:

  • Ser padre y maestro a la vez crea un conflicto y una dependencia en el niño. Cuando el niño llega con las primeras tareas los padres son lo que terminan haciendo las tareas, cuando es el niño quien las tiene que hacer. La labor de los padres es de proporcionarle un espacio y ayudarle a organizar el tiempo para que realice las tareas y supervisar que las realice. Esto construye en el niño la autonomía.

Resolverle todo:

  • Los padres tienden a facilitarle la solución de los problemas o situaciones que se le presentan al niño como por ejemplo dejar olvidado el libro en casa, los padres corren y se lo dejan en el colegio. Por el contrario es importante que los niños aprendan a solucionar sus problemas y asumir las consecuencias,  esto les ayuda a madurar y a ser responsables.

Focalizar todo en el estudio:

  • No se debe focalizar el eje de la familia en el estudio, porque muchas veces los niños expresan que sus padres solo les interesa las cosas relacionadas con el estudio, por ejemplo las notas, el sobresalir y todo lo demás lo dejan de lado por ejemplo cómo se siente el niño, relaciones sociales, entre otros.

Exigirles demasiado:

  • Muchas veces se desea que los niños sean “genios” y que obtengan las mejores notas. Esto provoca estrés, ansiedad en los niños.

Premiar las notas:

  • El trabajo y el esfuerzo en el aprendizaje es un deber de los niños por lo que obtener buenas calificaciones no debería de ser premiado con estímulos materiales, se debe elogiar y aplaudir. Para que el principal objetivo del niño sea el aprendizaje de nuevos conocimientos y no el premio.

Disfrazar la pereza:

  • Cuando el niño es perezoso y no le gusta realizar los deberes o estudiar, debemos fomentar que el niño se esfuerce y trate de cumplir con sus deberes y no tratar de justificarlo como por ejemplo «pobrecito es que está cansado», o buscar algún trastorno neurológico para justificar los fracasos del niño.

No interesarse por los asuntos escolares:

  • Es muy importante estar al día de lo que ocurre con el niño en la escuela para poderle ayudar. Por ejemplo saber quiénes son sus maestros, conocer los amigos.

Utilizar los deberes escolares como castigo:

  • Las tareas escolares muchas veces se terminan entendiendo como un castigo. Pero es totalmente contraproducente porque siempre se recomienda que el tiempo de estudiar debe de ser tranquilo  y agradable. Y no castigarlos con hacer deberes por ejemplo hacer más sumas o leer más.

Proyectarse en los hijos:

  • Muchos padres ponen sus expectativas sobre los estudios de los hijos y no se adecuan a las capacidades de los niños.

Saltarse el modo de aprendizaje del niño en la escuela:

  • Muchos padres piensan que el modelo y los métodos educativos que les sirvieron a ellos les servirán a los hijos.  Y esto interfiere con la metodología de la escuela.

Fuente de información:

Licda. Norma Astúa González

Psicóloga

Cod.5458