Seleccionar página

La precocidad intelectual implica un ritmo de desarrollo muy rápido durante las primeras etapas de la infancia, pero no necesariamente un nivel de habilidades intelectuales continuan superior al final del desarrollo entre las edades de 12 y 13 años.

Un niño con precocidad intelectual suele manifestar cualidades o recursos intelectuales fuera de lo común a una edad muy temprana, por ejemplo, empezó a hablar antes de los dos años, o a leer antes que los demás de su edad; pero esto no significa que en un futuro se vaya a convertir en un superdotado. Para poder serlo debería de tener un coeficiente intelectual mayor a 130.

La precocidad es un fenómeno fundamentalmente evolutivo, mientras que la superdotación intelectual y el talento son fenómenos cognitivos estables a lo largo de la maduración. Pero si esto no se diagnostica a tiempo puede tener graves consecuencias, por ejemplo el fracaso escolar. 

Las personas con talento tienen un  alto puntaje en una aptitud específica (talento simple) o en varias combinadas (talento complejo), pero están dentro de la media o incluso por debajo, en el resto de aptitudes. 

En ambos casos, tanto en niños con talento como con precocidad presentan la característica en común de la creatividad. El perfil de ambos son niños altamente creativos.

¿Qué señales presentan?

  • Son bebés que se sobrestimulan con facilidad, tienen un alto nivel de coordinación psicomotriz, por ejemplo: levantan la cabeza antes del mes de vida.
  • Son muy intensos emocional y sensorialmente: tienen baja tolerancia a la frustración, les hace estallar en rabietas descomunales.
  • Cuestionan la autoridad y las normas si estas no están argumentadas y tienen sentido para ellos.
  • Memoria prodigiosa, tanto a corto, como a largo plazo y de todo tipo. Se da en niños superdotados y no se encuentra en adultos.
  • En la mayoría de los casos hacen un aprendizaje de la lectoescritura muy temprano y de forma autodidacta.
  • Poseen un vocabulario preciso, rico y muy amplio para su edad.
  • Tienen preferencia por juegos de carácter cognitivo como legos, rompecabezas, entre otros.
  • Son muy perfeccionistas y competitivos.
  • Suelen ser muy distraídos en temas que no son de su interés.

¿Qué hacer cuando un niño tiene altas capacidades?

Es necesario informarse lo mejor posible, la detección a edades tempranas favorece la canalización de todo su potencial y pueda desarrollarse adecuademente y ser feliz. Esto hace que los padres empiecen a entender y a empatizar con las necesidades reales de su hijo. Tener un niño con altas capacidades es un regalo y no una enfermedad.

Fuente de información:

Licda. Norma Astúa González

Psicóloga

Cod.5458