¡Natación, ballet, tae kondo, piano y más!
Muchos padres hoy en día son conscientes de las capacidades y habilidades notables cada vez a edades más tempranas en los niños, por ello buscan alguna clase especial que le permita a su hijo desarrollar destrezas y «gastar energía» en algo positivo, sin embargo siempre aparecen estas preguntas: ¿cuál es la edad ideal para iniciar y cuál disciplina escoger? ¿Artística o deportiva?
Sin importar cuál sea su preferencia o la de su hijo, que muchas veces manifiesta gusto por todas o ninguna, es importante destacar que antes de edad escolar no es posible que naturalmente el niño aprenda realmente una disciplina en su totalidad, salvo los casos excepcionales de dotes especiales.
Es importante entonces que en este tiempo se promueva y estimule el desarrollo de las destrezas necesarias para desempeñar tal disciplina. Es como si en esta etapa hacemos la preparación del terreno para lo que será la siembra.
Si pensamos en destrezas musicales, es indispensable estimular el oído, el ritmo, la percepción visual, memoria, atención sostenida, disciplina y perseverancia, así como la motivación. Solo cuando estas áreas estén desarrolladas será posible iniciar la ejecución de un instrumento.
Por ejemplo el piano, de nada servirá sentar al niño frente al piano y ponerle música de piano todo el día, si no desarrollamos la atención a una partitura o a un tutor, si no cuenta con percepción visual y memoria, difícilmente podrá recordar la ubicación de las notas y así sucesivamente.
Al igual la destreza física para cualquier deporte requiere desarrollo de habilidades: equilibrio, concentración, elasticidad, coordinación, perseverancia entre otras que solamente se consiguen ejercitándolas.
Aunque parezca mentira, el desarrollo de cualquier habilidad mencionada ya sea física mental o musical, se desarrolla fácilmente y a través de ejercicios tan simples que pueden ser estimulados en casa sin necesidad de un tutor o academia especializada. Esto no significa que si tiene la opción de llevarlo a un centro no sea buena idea, más bien lo que se quiere decir es que no es excusa el no tener acceso para no desarrollar las destrezas del niño.
En la historia muchos casos se han conocido respecto a la sobresaliente destreza de artistas, deportistas y demás cuya estimulación de habilidades no fue instruida si no fomentada.
Empiece con lo sencillo:
1. Observe las aptitudes y actitudes de su hijo, desde bebé es fácil determinar si tiene más gusto por lo musical que lo visual, si es un bebé activo o más bien pasivo. Esta observación no es para determinar cuál será su «habilidad» sino para notar sus preferencias, áreas fuertes y débiles con el fin de organizar una estimulación integral.
2. Busque actividades de acuerdo a la edad que permitan en forma de juego desarrollar las habilidades en forma integral, por más que usted guste de alguna tendencia, no restringa las capacidades y gustos de su hijo. Si no tiene muchas ideas, busque asesoría profesional para guiar la estimulación de acuerdo a su hijo NO TODOS LOS NIÑOS SON IGUALES. Tenga cuidado con seguir «ideas» que encontró por ahí sin estar seguro de su veracidad, busque las fuentes de quien da esas sugerencias y cree su propio criterio de acuerdo a las características de su hijo.
3. Nunca fuerce al niño, si bien toda actividad nueva requiere acostumbrarse, no debe llevarse al límite de obligar al niño. La estimulación puede convertirse en desmotivación y lograr un efecto totalmente contrario al que usted desea, en vez de disfrutar terminará odiando la actividad.
4. No lo sature, no haga planeamientos de actividades que hagan al niño «cumplir horario» y responsabilidades impropias de su edad. Permítale disfrutar su niñez y que las cosas surjan naturalmente y con gusto. Si hay desinterés, permita que deje la actividad por un tiempo y retómela en otra etapa con una motivación nueva.
5. No se haga ni le haga al niño elevadas y fantasiosas expectativas de los logros que él pueda alcanzar, hay una línea delgada entre soñar y fantasear. Soñar es motivar hacia metas realizables, fantasear es especular con niveles irreales que en caso de no darse pueden causar una frustración profunda en el niño. No quiera realizar en su hijo lo que usted realizó o peor aún lo que no realizó. Acepte y ame a su hijo con sus cualidades y potencialidades, haga su parte y disfrute el proceso, no espere a ver el resultado para ser feliz por lo que su hijo es.
Fuente de información:
Msc. Glinnys Porras
Estimuladora temprana y asesora del desarrollo infantil
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