El peso, la talla, la edad y el sexo son parte de los elementos que se utilizan para valorar el crecimiento y desarrollo de un niño. Para diagnosticar el estado nutricional en el cual se encuentra el niño se emplea el IMC (índice de masa corporal) siguiendo los patrones de crecimiento establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para niños y adolescentes y las gráficas de percentiles, las cuales establecen una comparativa de peso y talla con otros niños de la misma edad. Lo ideal es acudir a un profesional en nutrición para que realice la valoración.
Además de estos valores se pueden considerar factores relacionados con el estilo de vida del niño como por ejemplo: los tiempos de comida que realiza el niño, las porciones de los alimentos que consume, el consumo de agua, el valor nutricional de los alimentos que se encuentran en la dieta, el tiempo destinado a la realización de la actividad física, entre otros.
Tener un peso ideal en la infancia es fundamental para una buena salud a largo plazo, el realizar actividad física y tener buenos hábitos de alimentación, así como una alimentación variada y balanceada mantendrá a los niños sanos.
En el caso de los niños que presentan bajo peso, lo más importante a considerar es que el niño suba de peso pero que sea de manera saludable, por lo que se recomienda:
1. Hábitos saludables en familia:
- Sin duda alguna los padres de familia son un modelo para los niños por ello juegan un papel fundamental en la implementación de estos hábitos saludables en los niños, es sumamente beneficioso para una salud estable.
2. Realizar comidas frecuentes:
- Lo ideal es mantener los tiempo de comida principales como el desayuno, almuerzo y cena e incluir dos meriendas que pueden ser una en la mañana y otra en la tarde, estos tiempos de comida deben de ser porcionados y balanceados.
3. Realizar actividad física:
- A pesar que el niño tenga bajo peso es importante combinar la actividad física con una alimentación sana, debido a que la actividad física estimula mucho el apetito, por ello se aconseja practicar actividades físicas antes de las comidas.
4. Evitar alimentos poco saludables:
- No necesariamente porque el niño tenga bajo peso puede consumir alimentos que no son saludables (repostería, bebidas gaseosas, galletas rellenas y comida rápida) para subir de peso, al contrario siempre va a existir un riesgo mayor al consumir estos alimentos ya que el niño puede contraer problemas de salud, como por ejemplo: diabetes o enfermedades cardíacas por exceso de grasas.
5. Incluir alimentos que tengan un nivel balanceado de calorías y nutrientes:
- Cuyo objetivo es que proporcione las vitaminas y minerales que se requieren para que se dé un buen crecimiento y desarrollo. Además es fundamental variar los alimentos para que la dieta del niño no se vuela monótona y se estimule el apetito, así como se recomienda crear una serie de menús y que tengan una buena presentación para que sea del agrado del niño.
6. Mantener el consumo de frutas y verduras aunque no sean del todo del agrado de los niños:
- Las frutas se pueden presentar en forma de jugos preparados en casa o bien frutas combinadas con leche por ejemplo un batido de fresa en leche, otra forma es elaborar helados naturales y las ensaladas de frutas. En el caso de las verduras, se pueden preparar cremas, tortitas de vegetales para que sean más apetecibles.
7. Incluir en la alimentación todos los grupos de alimentos:
- Es importante acudir a un profesional en nutrición para que realice un plan de alimentación que se ajuste a los requerimientos de cada niño. Se aconseja incluir carbohidratos (pasta, pan, cereal), vegetales y frutas, proteínas (carne de res, pollo, pescado, granos y huevos), productos lácteos y grasas saludables (semillas, aguacate, aceite de oliva) en el caso de las grasas se debe de evitar la ingesta de grasas no saludables como las que provienen de la repostería, galletas y aceites en exceso. Además, se debe evitar el consumo excesivo de fibra como el arroz integral o la pasta de grano entero ya que disminuyen el apetito del niño.
En el caso de los niños con obesidad, es de suma relevancia considerar que no se debe limitar excesivamente el consumo de los alimentos para que puedan bajar de peso, debido a que están en crecimiento y requieren de una alimentación saludable, por lo tanto se recomienda:
1. Crear hábitos saludables en familia:
- Sin duda alguna los padres de familia como modelo para los niños juegan un papel fundamental en la implementación de estos hábitos saludables en los niños, quienes van a adoptarlos como un estilo de vida con facilidad, es sumamente beneficioso para una salud estable.
2. Mantener los tiempos de comida y reducir las porciones:
- Lo ideal es mantener los 5 tiempos de comida, balanceados y porcionados, esto con el fin de poder brindar una alimentación suficiente y controlada en cada tiempo, esto evitara que el niño pase mucho tiempo sin comer y que al siguiente tiempo de comida coma en exceso y sin control.
3. Realizar actividad física regularmente:
- Es fundamental mantener la actividad física diariamente en los niños con obesidad para que tengan un gasto de calorías constante, además les proporciona más energía, pueden practicar algún deporte del agrado del niño para que también pueda disfrutar del ejercicio.
4. Eliminar de la dieta alimentos poco saludables:
- A pesar de que a los niños les gusten estos alimentos poco saludables (repostería, bebidas gaseosas, galletas rellenas, comida rápida y embutidos) es importante considerar que no tienen ningún aporte nutricional y que son calorías vacías por ello lo ideal es no comprar estos alimentos para el hogar, con el fin de que no estén al alcance del niño diariamente. Al consumir este tipo de alimentos se corre el riesgo de contraer problemas de salud, como por ejemplo: diabetes o enfermedades cardíacas por exceso de grasas.
5. Incluir en la alimentación todos los grupos de alimentos:
- Es importante acudir a un profesional en nutrición para que realice un plan de alimentación que se ajuste a los requerimientos de cada niño, lo ideal es incluir carbohidratos integrales (pasta integral, pan integral, cereales integrales), fibra (legumbres hortalizas y frutas), vegetales y frutas, proteínas de bajo contenido de grasa (carne de pollo, pescado, granos y huevos), productos lácteos descremados y grasas saludables (semillas, aguacate, aceite de oliva) en el caso de las grasas se debe de evitar la ingesta de grasas no saludables como las que provienen de la repostería, galletas y frituras.
6. Consumo de aceite, sal y azúcar:
- Limitar al máximo.
7. Cocinar las legumbres:
- Idealmente con vegetales, evitando las grasas y embutidos.
8. Utilizar preparaciones de alimentos con menor contenido de grasa:
- Recurrir a preparaciones a vapor, horneadas, freidora de aire, plancha, guisos, asados y condimentos naturales.

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