En el tema de la madurez en los niños la mayoría de las veces los padres tratan de generalizar en aspectos del desarrollo, se empeñan en que se den en una edad u otra. Realmente cada ser es individual y cada uno va a su ritmo en el desarrollo evolutivo.
Existen parámetros que se pueden utilizar como orientación en cuanto a qué cosas el niño realiza o adquiere dependiendo de su edad cronológica. Hay aspectos que si se dan antes o después de las edades estipuladas, pueden determinar un desarrollo precoz o tardío del desarrollo evolutivo del niño y su edad maduracional.
Como padres podemos utilizar herramientas para estimular ciertos patrones de aprendizaje y el desarrollo pero es necesario que otros aspectos que tienen que ver con su maduración cerebral, neuronal, muscular, de autonomía y emocional surjan en el momento que el niño esté preparado.
Cuando el cerebro no está preparado y no hay las conexiones neuronales necesarias o los músculos implicados no están preparados en una actividad como por ejemplo en la acción de caminar, no podemos obligar a que maduren de un día para otro, ni podemos obligar al niño a realizar la acción. Como padres podemos brindarles un espacio adecuado donde por ejemplo no haya obstáculos o ponerle juguetes en lugares altos donde estimule ponerse de pie y motive la marcha.
El niño sin ninguna alteración en su desarrollo o ninguna patología tarde o temprano va a terminar realizando la acción. Pero si lo presionamos puede ser que hasta retrasemos o alarguemos el proceso en lugar de obtener el resultado que deseamos.
Los siguientes aspectos: gatear, caminar, saltar, el control de esfínteres o el proceso de lecto-escritura se van a dar únicamente cuando el niño esté maduro, motivado y preparado para hacerlo, muchas veces necesita más práctica o más tiempo para poder realizarlo.
En el proceso de madurez los padres pueden fomentar reforzando su autoestima, alabando sus logros y sobretodo su esfuerzo. Y esto va a formar niños seguros y maduros.
Un niño que se rodea de un ambiente propicio para su edad y su desarrollo evolutivo, encontrará más sencillo llevar a cabo los aprendizajes propios de su edad, que un niño que no está rodeado de un entorno favorecedor.
Fuente de información:
Licda. Norma Astúa González
Psicóloga
Cod. 5458
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