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Cuando nos comunicamos intercambiamos palabras, gestos, mensaje, sentimientos entre otros; una buena o mala comunicación depende de lo que se dice, como se dice y el momento en el que se dice. Casi cualquier interacción puede convertirse en una comunicación efectiva para lo cual es importante cumplir las siguientes condiciones:

  • Demuestre interés:  Puede resultar muy desalentador tratar de comunicarse con un padre que solo finge escuchar, cada vez que un hijo o hija le comente algo, demuestre interés en lo que está diciendo, usando algún comentario positivo como: “¡qué interesante!”, “ya veo”,  mírelo mientras le habla o use expresiones como “UMMM” manteniendo el contacto visual y asintiendo con la cabeza, para demostrar que le está prestando atención.
  • Resulta mucho más fácil contarle sus problemas a un padre que en realidad está escuchando.
  • Observe mientras se comunica: a veces los gestos o movimientos dicen mucho más que las palabras, observar al niño o niña mientras habla  permite entender lo que desea trasmitir. Aproveche diariamente  y cuéntale a su hijo o hija como le ha ido a usted en su día, las cosas que ha hecho, de esta forma ustedes se abre a su hijo o hija  y a sí ellos también se abrirán a usted.
  • La empatía es necesaria: Muéstrele a su hijo o hija que realmente está  interesado en lo que está sintiendo. Si  está triste porque su amigo o amiga peleó con él o ella, es necesario hacer lo posible para ponerse en su lugar y demostrárselo o usar comentarios que demuestren solidaridad tales como  “entiendo lo que te pasa seguramente esto te esta provocando mucha tristeza”. Esta es una forma de demostrar interés y respeto por sus sentimientos, aun cuando diga algo con lo que usted no esté de acuerdo.
  • Cuando su hijo o hija quiere algo que no se le puede dar, solo con el hecho de comprender lo mucho que el niño o niña quiere ese objeto o permiso, hace que resulte más fácil trasmitir el mensaje: “ya me dijiste lo mucho que deseas comerte una galletas de chocolate, si tuviera la posibilidad de ir a traerte unas con mucho gusto pero por ahora se me hace muy difícil”.
  • Los mensajes que culpabilizan, ridiculizan o cortan la comunicación: “cállate estoy hablando yo”, “mira sabelotodo nunca haces las cosas bien”; no permite una comunicación efectiva ya que los descalifica y les genera la sensación de ser ignorados.
  • Lean cuentos juntos, siéntense a ver películas con su hijo o hija, estás actividades abren las puertas a la comunicación, porque hace que el menor se sienta importante para su padre.
  • Puede ser que el padre no viva con su hijo o hija, esto no limita la comunicación efectiva, usted puede llamarlo diariamente para conocer como se encuentra, también puede contarle sus cosas, o mantenerse pendiente de los sucesos diarios del niño o niña, con comentarios tales como: “cuéntame cómo te fue en tu exposición”, “cómo estuvo el campeonato de fútbol de tu escuela” , etc.
  • Los momentos de interacción con sus hijos o hijas deben promover que ellos se sientan tomados en cuenta y queridos, cuando un hijo o hija se siente escuchado/a, tomado en cuenta, su autoestima y seguridad personal se fortalecen.

Con lo anterior se espera que cada día sean más los hogares con padre e hijos felices y seguros de sí mismos.

 
Fuente de Información:
Laura Villalobos González
Psicóloga