Cuando el niño nace puede ver a groso modo, puede identificar un rostro grande, figuras grandes. Un niño recién nacido está casi en la capacidad de reconocer la cara de la madre. Si usted le habla, el niño mirará hacia donde usted se encuentra o tenderá a buscarlo.
Si un niño resulta totalmente indiferente al medio o al entorno, por ejemplo, si hay una luz o un objeto luminoso y es indiferente, o si la madre cundo le habla al niño está viendo siempre a una dirección, son aspectos que nos pueden alertar.
Otro aspecto que nos da una clara señal de que algo está fallando, es cuando el oftalmólogo pediatra revisa los reflejos pupilares y si al estimular el ojo con la luz, se cierra la pupila de inmediato, es un claro signo de que el niño tiene un problema y posiblemente sea una obstrucción del nervio óptico.
Siempre que el niño nace es importante hacerle los exámenes correspondientes, existen las llamadas medidas profilácticas que se hacen en la Unidad de Neonatología que consisten en aplicarle un tipo de antibiótico para evitar una inflamación o una infección en los ojos.
Determinar que la opacidad del medio sea transparente y que esté bien formado el ojo dentro del área, que la cornea esté clara, que los parpados estén fusionados, que no haya una mancha en el ojo, en la cornea sobretodo, que no hayan secreciones de los 30 días de nacido que nos haga pensar que hay una obstrucción lagrimar que es bastante frecuente, es una de las principales tareas de nuestro pediatra oftalmólogo.
Una obstrucción lagrimar es tratable con masajes, con antibióticos, o en caso de que nuestro especialista descubra que la lágrima no está pasando correctamente por el conducto lagrimar, es posible que proceda a realizar una operación sencilla que requiera anestesiar al niño.
El estrabismo es una enfermedad corriente en los niños. Es la pérdida del paralelismo de los ojos, es decir, que un ojo está desviado del otro, lo que generalmente se denomina “Bizquera”. Si tenemos un niño bizco, es importante corregir este problema antes de los cuatro años de edad para no caer en una Miopía que el resultado de tener un ojo perezoso y que equivale a una pérdida de la capacidad de ver. A pesar de que le pongamos anteojos o lo operemos, si el niño cuenta con esta desviación por más de cuatro años va a caer en un ojo perezoso, por lo que es importante hacerle un diagnostico antes de esta edad y tratarlo a tiempo para evitar estas anomalías.
Otro aspecto, que es bastante frecuente es el glaucoma congénito. Si vemos un niño que tiene un ojo más grande que el otro, se da por malformación en los drenajes del ojo, como el ojo del niño es delicado y tan suave, al aumentarse la presión del ojo, igualmente los niños son muy foto fóbicos, les molesta la luz y les llora el ojo.
Consejos acerca de cómo cuidar la vista de los niños:
Los padres deben estar atentos a las actitudes de los niños al ver, por ejemplo si ya están en el kínder y están haciendo sus labores, como pintar o leer, hay que identificar si el niño se acerca mucho al papel y sobre todo si hay antecedentes en la familia de miopía o estigmatismo. Si eso sucede, se recomienda consultar de inmediato a un especialista porque es posible que el niño tenga un problema refractivo.
- Si observa que su hijo cuenta con una secreción en los ojos, es posible que trate de una conjuntivitis o una obstrucción lagrimar que es una de las enfermedades más frecuentes. Las secreciones lagrimales es recomendable se traten desde antes del primer año.
- Esté atento a la posición de los ojos de su hijo. Si nota que se le está desviando el ojo o ya lo tiene desviado, acuda de inmediato a un especialista para evitar una posible miopía.
- Si al tomarle una foto al niño sale con un ojo de gato (no sé ve la pupila roja sino blanca) podría tratarse de una catarata, una opacidad en la córnea, una malformación del vítreo primario hiperplástico persistente o en el peor de los casos un tumor. La pupila del ojo humano normalmente es negra. En las fotografías con flash, la pupila puede aparecer roja, un efecto llamado “ojo rojo”. Esto también es denominado el “reflejo rojo” por los médicos y es completamente normal.
- En algunas ocasiones la pupila del ojo puede lucir blanca, lo cual nunca es una condición normal y requiere una evaluación inmediata por parte de un oftalmólogo.
- Se recomienda la utilización de computadoras con pantallas planas que no ocupan filtro.
- Eduque a sus hijos para que vean la televisión a una distancia prudente y siempre con la luz encendida para evitar deterioro de la misma.
Fuente de información:
Javier Córdoba Umaña
Especialista en Oftalmología.
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