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La dentición de los niños presenta características diferentes a la de los adultos. Además, cuando llevamos al niño al dentista se debe tomar en cuenta las necesidades emocionales y psicológicas de estos, y también todos sus procesos de maduración social.

La odontología pediátrica es la especialidad que se encarga de la prevención y el tratamiento integral del sistema bucal del niño durante el período perinatal, la niñez y la adolescencia. Además incluye la atención de pacientes especiales, tales como retardo mental, parálisis cerebral, síndrome de Down, autismo, deficiencias visuales o auditivas.

El odontopediatra está capacitado para atender la mayor parte de las necesidades orales de los niños como toda la parte preventiva, tratamiento de caries, y enfermedades bucales, manejo de hábitos orales y  ortodoncia. Además conoce ciertas fases de la medicina pediátrica, genética, de nutrición y del crecimiento y desarrollo general.

Que el niño sea tratado  por un especialista es de suma importancia ya que un tratamiento odontológico poco adecuado realizado en la niñez, puede dañar permanentemente su boca, dejando al pequeño con problemas dentales comunes en la población adulta.

La salud dental de los niños depende principalmente de los padres, hasta alrededor de los 8 a 10 años.  La medida más importante para preservar esta buena salud es la visita periódica y regular al dentista.  No se trata solamente de acudir al odontólogo especialista cuando se presenta algún problema como caries, dolor, manchas o fracturas de las piezas dentales, es fundamental asistir antes de que surjan las alteraciones y de esta manera establecer un hábito en los niños que les beneficiará por siempre.

El dentista es un amigo

Es de vital importancia que los padres se esfuercen por transmitir un sentimiento de confianza y seguridad cuando los niños asisten al dentista. Es necesario que entre el niño y el dentista haya una buena relación y no se creen miedos o temores desde el principio.  Algunas recomendaciones al respecto:

  • Evitar que los padres u otras personas comenten experiencias negativas que hayan pasado en el dentista frente al niño.
  • No amenazar al niño con llevarlo al dentista si se porta mal o decirle que lo van a “punzar”.
  • Evitar realizar comentarios como “tienes que portarte valiente en el dentista” como si fuera a tener una experiencia desagradable.
  • No debe evitarse el miedo con frases tan poco realistas como “no sentirás absolutamente nada”, ya que bastaría una sola mala experiencia para que su hijo ya no confíe más en los consejos tranquilizadores.
  • Reforzar las frases positivas como “el dentista es tu amigo y va cuidar de tus dientes y tu boca”.
  • Si los padres son muy aprehensivos se recomienda que no entren a la consulta con los niños ya que les pueden transmitir sus temores.
  • Explíquele al niño qué es un dentista y jueguen al dentista en casa.

 

Qué esperar de la consulta con el dentista?

La Academia Americana de Odontología Pediátrica recomienda hacer la primera visita al odontólogo al primer año de vida, cuando comienzan a aparecer los dientes de leche, ya que es el momento ideal para educar a los padres sobre aquellas conductas que permitirán un buen desarrollo dental. Sólo si el odontólogo indica lo contrario, estas visitas se deben repetir cada 6 meses para una limpieza dental de rutina y colocación de flúor.

Se recomienda que en las primeras visitas, el niño asista acompañado con algunos de sus padres y hermanos mayores.

Dependiendo de la edad del niño(a), durante la primera consulta generalmente se realizará solamente un reconocimiento del instrumental que se va a utilizar, la silla dental y sus movimientos, las luces, el agua con el fin de que pueda familiarizarse y perder el miedo. Se le realizará una revisión en el que se precisa el estado de cada uno de los dientes que conforman la dentadura, y su relación entre ellos. Para completar el estudio puede recurrir también a la confección de moldes o a la práctica de alguna radiografía.Si el niño ha sido colaborador es aconsejable reforzar su buen comportamiento con elogios y algún premio. Y hacerle comentarios positivos sobre el odontólogo, sobre la consulta o sobre los demás niños que esperaban en la consulta.

Es positivo explicarle lo bueno que es haber ido a la consulta para que sus dientes estén siempre sanos y aprovechar para iniciarle en los hábitos de higiene dental.

 
Fuente de Información:
Arling Rapso
Odontóloga