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Posiblemente es usted una de las personas que al leer este título, podría pensar “Ya lo sabía, de todas maneras, yo también fumo. – Además, son mayores de edad, pueden tomar sus propias decisiones.”

Siendo hijo de un padre fumador, fue hasta hace poco que estudié los efectos verdaderos en los niños y las niñas que son expuestos, sin pedirlo, al humo del tabaco.  He de agradecerle a mi madre, porque fue ella quien durante años, levantó la bandera de la lucha contra el tabaquismo de mi padre, alejándonos constantemente de su presencia, cada vez que encendía un cigarrillo, y prohibiéndole que fumara durante las sobremesas.

Fui testigo, a mis doce años, de ver a mi padre luchar hasta el cansancio, con gotas de sudor al tratar de salir de una adicción que lo atrapó desde que tenia 11 años, y que finalmente lo llevó a una temprana muerte por un infarto fulminante al miocardio, cuando solamente tenia 52 años. Igual suerte corrió mi abuelo, que murió a la edad de 58 años, de un infarto. Mi bisabuelo en cambio, murió a los 85 años, y no fue de un infarto. ¿Que tenían mi abuelo y mi padre en común además del apellido? Los dos fumaron durante muchos años, cuando era «glamoroso» tener un cilindro de veneno nicotínico adherido a la boca. Mi abuelo, le daba permiso a mi padre, de fumar en la escuela. El me lo contaba con gran orgullo, cuando no se tenían claras las verdaderas consecuencias del cigarrillo, cuando todavía se escuchaba la música en televisión, de un caballero montado en un corcel, presentando una imagen de fortaleza, de hombría, casi de inmortalidad al llegar al final del día, e inyectar sus bronquios con nicotina y alquitrán. Cabe mencionar, que el actor más conocido de esta serie de anuncios, muere de cáncer de pulmón, a la misma edad que mi padre.

Pero, ¿en que se relaciona esa imagen, con la realidad en Costa Rica y el mundo al respecto de que un menor de edad inhale involuntariamente humo de tabaco? En que un menor de edad expuesto en su hogar al humo del tabaco, tiene muchas mas posibilidades de fumar, que uno que no. Ningún padre o madre que se diga amar a sus hijos, va a querer exponerles innecesariamente a riesgos mayores de los que ya tenemos al estar respirando día a día.

La realidad es que mientras más se fume cerca de los niños, más ponemos en riesgo su salud. ¿Pero cuales son esos riesgos? Basados en lo que nos dice la Organización Mundial de la Salud, en su estudio mpower, los niños que se exponen al humo de segunda mano, están en alto riesgo de sufrir tumores de cerebro, enfermedades del oído medio, linfoma, síntomas respiratorios, deficiencia pulmonar, asma, síndrome de muerte súbita del lactante, leucemia y enfermedades de las vías respiratorias inferiores[2].

La documentación existente al respecto de estudios realizados sobre el tema del humo del cigarrillo y enfermedades en la niñez, son múltiples. Aun más, el fumado durante el embarazo, se ha asociado con una función pulmonar anormal y un aumento en la prevalencia de enfermedades alérgicas durante la niñez y la adolescencia.  También se tiene como cierto, el incremento en las infecciones de las vías respiratorias en niños, directamente relacionado con la frecuencia que se fume en el hogar. Y si fuman ambos padres, el aumento es mucho mayor.  Es claro también, que el fumado en la casa está fuertemente asociado a un incremento en el riesgo de padecer de asma. Hay una tendencia a que aquellos niños que provengan de familias fumadoras tengan un mayor grado de sensibilización a los alérgenos más frecuentes.[3]

Recuerdo que uno de mis primos, desde muy pequeño, tuvo siempre una debilidad especial en sus oídos, y con más frecuencia de lo que se deseara, aparecían infecciones de oídos, sin motivo aparente. Debo mencionar que ambos padres fumaban.

Nos indican los datos de la Organización Mundial de la Salud, que si una persona no ha fumado a sus 21 años, la probabilidad es que nunca fume. Pero si los niños están expuestos al humo de segunda mano, directamente en el hogar, podrán encontrar que es completamente aceptable y normal, iniciar la adicción que sus padres muchas veces les dicen que no inicien, mientras dirigen el humo de ese cigarrillo que tienen en su boca, hacia el otro lado, para que no lo aspiren sus hijos.[4]

El problema en Costa Rica tiene que llamarnos a la reflexión. A nivel mundial, en jóvenes entre los 13 y los 15 años, la cantidad de niños que fuman es 2.5 veces mayor, a la cantidad de niñas que fuman[5]. En nuestro país, según el Estudio de Hogares del 2009, las niñas en esas edades adolescentes, es casi la misma que la cantidad de niños adolescentes que fuman (10% niños, 8% niñas). Este es un problema sumamente serio, tomando en cuenta que la edad de inicio de fumado, es de 12 años[6]. Quiere decir que vamos a tener en Costa Rica, una cantidad mucho mayor de madres embarazadas que van a estar fumando durante su embarazo, y que expondrán a sus hijos, desde el útero, a muerte súbita, bajo peso al nacer, y un debilitamiento general de su sistema respiratorio.  Es realmente preocupante que en algunos países, como en España, se tienen datos que el porcentaje de mujeres fumadoras, que efectivamente dejan de fumar durante el embarazo, es de solamente un 20%.

Si usted es una de esas personas que fuma delante de sus hijos, y que hoy mismo está pagando cuentas altísimas de medicinas y hospital, cuentas de médicos pediatras por complicaciones de sistema respiratorio, o está notando un aumento constante en las infecciones de oído de sus hijos, le hago un llamado. Un llamado a que tome la responsabilidad que como padre y madre tiene el día de hoy, de proteger la salud de sus hijos, a partir de hoy. Que en este momento, sin pensarlo, decida no volver a fumar nunca más pensando en la salud de sus hijos. ¿Tiene un hijo recién nacido? Estoy seguro que a ningún padre o madre, le gustará saber que su hijo está siendo expuesto, innecesariamente al síndrome de muerte súbita del neonato. Deje de fumar ya. Muestre su amor por sus hijos, y déjelo.

[2] Informe OMS sobre la epidemia mundial de tabaquismo, 2008: plan de medidas mpower. ISBN 978 92 4 359628 0 (Clasificacion NLM: WM 290)
[3] SOTO-MARTINEZ, Manuel y SOTO-QUIROS, Manuel. Epidemiología del asma en Costa Rica. Rev. méd. Hosp. Nac. Niños (Costa Rica), 2004, vol.39, no.1, p.42-53. ISSN 1017-8546.
[4] Informe OMS sobre la epidemia mundial de tabaquismo, 2008: plan de medidas mpower. ISBN 978 92 4 359628 0 (Clasificacion NLM: WM 290)
[5] Informe OMS sobre la epidemia mundial de tabaquismo, 2008: plan de medidas mpower. ISBN 978 92 4 359628 0 (Clasificacion NLM: WM 290)
[6] Estudio de Hogares 2009