La piel de los niños requiere cuidados especiales que le permitan mantenerse sana y así cumplir con sus múltiples funciones. Ser el órgano más grande del cuerpo (mucho más grande que el hígado, pulmones y corazón juntos) implica también grandes responsabilidades!
Cuando el bebé nace su piel es muy delicada y suavecita. La mayoría de las veces está cubierta por una sustancia blanquecina como una cera (Vernix caseosa) que lo protegía del medio acuoso del útero. En el transcurso de la primera semana de vida irá desapareciendo por sí misma y no debemos intentar quitarla frotándola, friccionándola o aplicándole cremas o lociones.
El uso de químicos, fragancias, tinte de ropa, detergentes y productos que no están formulados para la piel del bebé pueden causar irritación, quemaduras y predisposición para alergias. En los recién nacidos “menos es más”.
Lave la ropa nueva de su niño antes de que la use, esto incluye cobijitas, sábanas, paños y todo lo que esté en contacto con el bebé. Utilice detergentes suaves, enjuague bien y seque completamente.
Gracias a su piel el bebé tiene mayor contacto con el medio que lo rodea, por lo que es recomendado acariciarlo con telas de distintas texturas y masajearlo con delicadeza y una gota de crema humectante neutra.
No es recomendado bañar a los niños más que una vez al día ni por más de 5 minutos puesto que removemos los aceites naturales que lo protegen y vuelve la piel vulnerable. Debe usarse a la hora del baño jabones neutros, sin perfumes y que sirvan de una vez como shampoo.
Asolear a los niños es beneficioso si se hace entre las 7-9 am por un periodo de 15 minutos. Si los vamos a exponer más de eso debemos aplicarles 20 minutos antes un bloqueador solar especial para niños y debemos re-aplicarlo continuamente. No hay excusa para la exposición directa y prolongada al sol sin protección.
El área del pañal es propensa a irritaciones e infecciones por hongos que viven en el calor, humedad y oscuridad, por eso es de suma importancia cambiarle el pañal tantas veces sea posible y no dejarlo sucio por tiempos prolongados. Limpiar con toallas húmedas el área y aplicar una cremita con oxido de zinc lo protegerá del roce y sus propias secreciones.
No se debe aplicar colonias, fragancias, etc directamente sobre la piel de los niñitos. El uso de talcos tampoco está indicado.
Más adelante debemos ir creando en nuestros niños hábitos beneficiosos como aplicarse al menos 2 veces al día (después de bañarse y antes de irse a la camita) crema humectante en todo el cuerpo, una piel humectada es una piel fuerte,
También hay que habituarlos al uso diario del bloqueador solar y a lavarse sus manitas al menos 4 veces al día. Los jabones neutros serán sus mejores amigos por mucho tiempo!
En el entorno médico está amplísimamente comprobado que a través de mantener una piel sana se pueden prevenir, tratar y corregir enfermedades sistémicas como el asma, alergias, rinitis, entre otras.
Fuente de Información:
Dánitza Orlich Wolff
Dermatóloga
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