El inicio de la atracción al sexo opuesto no debe ser tema de alarma, es cuestión de darle un buen manejo.
Mami…tengo que contarte algo…en el kinder hay un chiquito que se llama Jordan y me gusta, y yo le gusto a él… mis compañeros dicen que somos novios!! Dice Victoria a sus seis años entre risas y sonrojos…
Su madre trata de fingir naturalidad, quiere que su hija le confíe éste y muchos secretos más en su vida, pero también siente que no debe permitir la prematura “relación” y la famosa palabrita “noviecito”.
Y es que si bien cada vez es mas común que a edades tempranas en son de broma, inclusive adultos, utilizan los términos: “novio”, “la chiquilla que le gusta” y demás alusiones sentimentales, el estimular tempranamente el interés en la sexualidad y sentimentalismo amoroso en los niños nunca puede tener buen resultado. En años posteriores los mismos padres que incitan estos comentarios, buscan retener el desarrollo avanzado e interés desmedido de sus hijos por el sexo opuesto.
¿Cómo manejarlo?
- No los podemos meter en una burbuja, otros niños hablan de eso, no podemos decir que son malas palabras, pero tampoco podemos decirle “consuegra” a la mamá del pequeño galán!! ¿Hasta dónde sí y hasta dónde no?
- Naturalidad: siempre escuche los comentarios completos sin interrumpir y con un gesto de naturalidad y apertura ante tal acontecimiento especial. Muéstrese interesado en escuchar, manténgase con una actitud ecuánime, no acusadora.
- Investigue: haga preguntas directas (con naturalidad e interés de mantener conversación, no de incomodar), que le permitan al niño(a) expresar sus reales sentimientos y las causas. ¿Cuál es ese niño o niña? ¿Cómo es? ¿Qué te gusta de él o ella? ¿Cómo se comporta? ¿Es amable contigo? ¿De qué le gusta jugar? ¿Qué dijo la maestra?
- Explique: de acuerdo a su postura, previamente definida, indique las pautas y su posición de autoridad al respecto. Ejemplo: “bueno, entiendo que ves a ese niño (a) muy lindo(a), y eso es normal, a los hombres les gustan las mujeres y a las mujeres los hombres, pero los niños no se hacen novios, se hacen amigos, porque los niños no hacen cosas de grandes, los grandes pueden salir solos, pueden manejar, y los niños, pueden jugar, compartir pero no se hacen novios. Gracias por contarme tus cosas, sabes que me puedes contar siempre lo que quieras.
- No dé demasiada importancia al tema: no continúe cada día preguntando por el “yerno” o “nuera”, deje que su hijo(a) sea quien comente y considérelo como otro compañero (a) más. Tampoco comente a otros familiares el interés de su hijo o hija en presencia de él o ella. No haga preguntas que hagan creer a su hijo que es algo serio. Ejemplo: ¿cómo es que se llama el (la) chiquillo (a) que te gusta? Cuéntele a fulanita que tiene novia (o).
- Disfrute las etapas: no quiera adelantar o frenar el desarrollo emocional y social de su hijo (a), déjelo(a) sentir y vivir cada emoción con naturalidad. También tendrá sus desencantos y desenamoramientos en sus momentos precisos. No quiera vivir la vida de sus hijos, viva y disfrute su rol con madurez y confianza.
Fuente de información:
Mcs. Glinnys Porras
Especialista en Atención Temprana
Costa Rica
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