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Si los tiempos de comida con sus hijos se han convertido en una lucha, tenga paciencia y lea las siguientes recomendaciones para poder disfrutar plenamente la alimentación de sus hijos.

Es usual que los niños entre 3 y 5 años se vuelvan un tanto quisquillosos con la comida, en esta etapa el niño está en constante actividad y su interés por el alimento se relega a un segundo plano, por lo que su apetito tiende a disminuir. Estos cambios en el apetito, deben aceptarse como normales, puesto que son pasajeros. Sin embargo si la alimentación comienza a ser un problema en el hogar y el niño inicia a perder peso entonces es importante consultar a un profesional en nutrición.

Como padres de familia, ustedes son el modelo en el hogar y deben de dar el ejemplo a sus hijos con una alimentación variada y saludable. Es importante que el niño(a) siempre observe que papá y mamá comen vegetales en el almuerzo y cena, que tienen una dieta variada incluyendo todos los grupos y que además realizan actividad física para mantenerse sanos. Los padres son los responsables de tener alimentos saludables disponibles en el hogar pero es responsabilidad de los hijos de alimentarse de forma variada y saludable. Por esto es esencial que los niños aprendan desde su infancia la importancia de una alimentación balanceada para prevenir muchas enfermedades y poder seguir creciendo sanos y fuertes.

  1. Fomente la alimentación en familia, y los tiempos de comida siempre deben ser agradables para los niños.
  2. Evite regañar, castigar o hacer gestos negativos cuando el niño(a) rechaza algún alimento.
  3. Prepare los alimentos de forma atractiva combinando colores. Utilice formas a la hora de cortar frutas o vegetales para que sea divertido comerlos.
  4. Participe a sus hijos en las compras de alimentos para el hogar y en la preparación de las comidas.
  5. Procure que los vegetales se presenten de forma semicruda para conservar su color y que queden crujientes y fáciles de comer.
  6. Elabore frescos caseros con trocitos de fruta o fruta licuada sin colar y con poca cantidad de azúcar.
  7. No se recomienda ofrecer helados, chocolates, confites, gaseosas, o similares como premios o recompensas. Más bien elogie al niño con frases positivas o con actividades recreativas.
Fuente de Información
Marisol Chavarría Crespo

Especialista en Nutrición Infantil